En medio de la preocupación por la histórica caída en el consumo de carne en el país, Mariano Montero, un carnicero local, brindó su testimonio a Canal 13, detallando el impacto de esta situación en su negocio.

Montero explicó que ha notado una significativa disminución en las ventas, especialmente en la cantidad de productos que los clientes adquieren: "En la compra de media res de vaca fuimos de 14 a comprar 6", señaló, destacando el cambio drástico en los hábitos de compra de los consumidores.

Además, mencionó que algunos clientes que antes compraban carne por kilo, ahora optan por llevarla por gramos o pesos, evidenciando una búsqueda de opciones más económicas.

A pesar de los aumentos mensuales en los precios, Montero admitió que no variaron mucho sus precios, pero aún así enfrenta pérdidas significativa: "No estamos tocando mucho los precios pero ya no hay forma de solucionarlo, porque es bastante la pérdida", aseguró.

Sobre los precios actuales, el carnicero informó que el kilo de carne promedio se encuentra en $4800 pesos, pero reconoció que para competir con otros comercios a veces deben rebajar este valor.

Montero hizo hincapié en la importancia de la calidad de la carne y la atención al cliente: "Nosotros trabajamos en limpiar la carne y la calidad. Lamentablemente hay que atraer al cliente, a esta hora tendría que estar lleno y ahora en invierno se va a sentir mucho más esa ausencia", comentó.

En cuanto a la fluctuación de precios a nivel nacional, Montero explicó las dificultades para los comerciantes mantenerse al tanto: "En diciembre se mantuvo, pero el valor era 3200 y en enero a 7800, en cuestión de días. Luego en febrero se estabilizó pero no bajaba la carne", dijo.

El carnicero también destacó los desafíos de explicar a los clientes las fluctuaciones de precios y cómo afectan sus decisiones de compra. Además, mencionó que los consumidores están buscando opciones más económicas, aunque tienen temores sobre la calidad de la carne: "Consumen y buscan más barato pero preguntan por miedo de que salga duro", explicó.

Ante esta situación, Montero y su equipo están trabajando para ofrecer opciones más económicas y atractivas para los clientes, pero aún así sienten el impacto de la baja en las ventas, especialmente durante el invierno, donde la demanda de productos como el asado disminuye significativamente.

Finalmente, Montero destacó que el cerdo se convirtió en una opción más atractiva para los consumidores, con una diferencia de precio considerable en comparación con la carne vacuna, lo que también contribuyó a la disminución en las ventas de esta última.