Hace poco más de 2 meses Yoseli Rodríguez fue abusada y asesinada por su primo. Puede que en ese lapso alguien se haya olvidado del horror ocurrido en Sarmiento. Algo que nunca le pasará a sus padres. Tanto Raúl como Jésica reviven cada día el femicidio de su chiquita de 10 años. Hace 4 días se hizo oficial la condena a reclusión perpetua a la persona que les arrebató su mayor tesoro, decisión que les dio un poco de paz entre tanta tristeza. Al conseguir este logro, ambos decidieron rendirle un homenaje eterno a su pequeña, dedicándole un emotivo tatuaje y deseando que por fin descanse en paz.

A Jésica Pereyra y a Raúl Rodríguez les tocó atravesar uno de los mayores dolores que puede vivir una persona; perder una hija o un hijo. Sin embargo, tratando de dejar de lado ese calvario aunque sea de manera momentánea, cada día pidieron justicia por su pequeña Yoselí. Fueron 66 jornadas incesantes de lucha. Más de 1500 horas de pelearla para que el asesinato de su niña no quedara impune.

Gracias al trabajo incansable de toda la familia, este femicidio terminó con una veloz condena ejemplar que se comentó en toda la República Argentina. El pasado 8 de marzo, justamente durante una jornada tan representativo para la lucha de las mujeres, el asesino y violador Juan Carlos Rodríguez fue condenado a reclusión perpetua. Si bien son conscientes de que nada les devolverá a su chiquita, el fallo hizo que una pequeña sensación de justicia les recorriera el cuerpo.

"Mi hija descansa en paz después de la condena", declaró Raúl Rodríguez al micrófono de Canal 13 después de haber enseñado a la cámara el homenaje eterno que decidió hacerle a Yoselí junto a su esposa. Se trata de un extenso tatuaje que retrata el sentimiento que guarda cada uno de ellos en su interior.

Exclusivo: la mamá y el papá de Yoselí decidieron hacerle un homenaje eterno
El homenaje eterno de los padres de Yoselí Rodríguez

"El día que te fuiste al cielo fue el más triste de mi vida. Dios a ti te puso alas y a mi me arrancó el corazón", expresa la tinta vertida en sus respectivos brazos izquierdos. Además de estas desgarradoras palabras, el diseño contiene la fecha de nacimiento de la niña, 6 de junio de 2011, junto con el día en que dejó este mundo de una manera tan brusca e injusta, el 1 de enero de 2022.

En la parte superior se puede ver la representación de un pulso cardíaco que comienza con un corazón seriamente herido, representando la congoja que llevarán consigo eternamente Jésica y Raúl. Por último, ambos decidieron agregarle a este homenaje un ojo arrojando una lágrima acompañado por el nombre del angelito que de ahora en más los cuidará desde las alturas: "Yoselí". Sin dudas se trata de una historia de amor paternal que no terminará nunca, un cariño eterno que nunca se romperá.