Todo era emoción y nerviosismo en la antesala de la entrega de 837 viviendas de los barrios Sierras de Marquesado y barrio Ingeniero Céspedes. Con la presencia de Alberto Fernández que llegó en la mañana de este lunes para entregar las llaves, por las promesas que les hizo a los sanjuaninos el 19 de enero de 2021, un día después del terremoto que azotó a la provincia y que dejó daños en más de 3.000 viviendas sanjuaninas.

El móvil de Canal 13 llegó hasta La Bebida y mientras la gente esperaba por llegada del presidente, dialogó con algunos de los verdaderos protagonistas. Una de las primeras vecinas comentó que si Dios quiere este martes le entregan su casa, 'la espera fue muy larga, con ansias y muchos nervios, ya poder darles un techo digno a los chicos es una alegría inmensa', relató.

La beneficiaria hace 4 años vive en el Asentamiento La Defensa, con sus tres hijos, 'si Dios quiere y la Virgen una de esas casitas es para mis hijos para su futuro, todo lo que hago es para ellos, para su bienestar', agregó emocionada.

Otras de las beneficiarias es Soledad, quien también dio su opinión y relató que hace 10 años espera por su vivienda propia, 'me fui a vivir al asentamiento cuando mi hija tenía 1 año y ahora el mes que viene cumple 11', contó. Y además narró que llegó al sentamiento ya que en su familia materna son muchos hermanos y la vivienda era muy precaria para poder formar su familia ahí, por lo que irse al asentamiento fue el único recurso que encontró. 

Soledad seguidamente relató todo lo que tuvo que vivir en estos 10 años, 'una vez se me cayó la casa por el viento Zonda, por el tema de lluvias, inundaciones, son muchas cosas, por más que te de la comodidad, esas cosas las vivís', sostuvo.

Por otro lado, Leonardo, un beneficiario más, contó que lleva casi 8 años en el asentamiento, aunque también estuvo alquilando y también le prestaron techo, es por eso que sueña con tener su propia casa. Hoy atraviesa una difícil situación, ya que está con la familia en la calle, porque les pidieron la demolición de la casa que estaban alquilando, sumado a que su hijo lo tienen que operar porque sufre pie bot (deformidad congénita más frecuente de las extremidades inferiores del ser humano).

'Estoy esperando el momento de tener la llave en la mano y pegar el grito de felicidad, agradeciendo a Dios, al padre, suegros, espero que toda la gente que esté pasando por esto, tenga su casa propia', cerró.