Este miércoles, el fiscal General Eduardo Quattropani presentó un pedido formal al presidente de la Corte de Justicia de San Juan, Marcelo Lima, solicitando que la Oficina Judicial de Flagrancia programe audiencias en horario vespertino. La solicitud fue realizada a través de un escrito en el que Quattropani también lanzó críticas hacia el funcionamiento administrativo del sistema judicial, señalando que la falta de audiencias en la tarde complica el trabajo del Ministerio Público Fiscal.  

El pedido de Quattropani se enmarca en una solicitud a la Corte para que, a partir del 1 de noviembre, entre en vigencia una nueva normativa que amplía las competencias de Flagrancia, incluyendo delitos como lesiones, encubrimientos y daños. Según el fiscal, esta modificación contribuiría a descongestionar la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) Genérica, permitiendo que más casos se resuelvan con mayor agilidad bajo el sistema de Flagrancia.  

En su escrito, Quattropani argumentó que el tiempo restante hasta noviembre es suficiente para capacitar a los operadores judiciales e implementar los recursos necesarios para la ampliación del sistema. Sin embargo, advirtió que la ausencia de audiencias vespertinas “complica severamente la actividad del Ministerio Público Fiscal” y genera demoras en la resolución de casos.  

El fiscal destacó que el trabajo de los fiscales es más complejo que el de los magistrados, ya que deben participar activamente en investigaciones, allanamientos, secuestros y litigaciones, además de asistir a audiencias. También señaló que las audiencias en Flagrancia pueden extenderse más allá de una mañana o incluso durar varios días, por lo que limitar su programación a horas matutinas entorpece la eficiencia del sistema.  

Como ejemplo de las dificultades, Quattropani informó que el lunes pasado el Ministerio Público había solicitado 16 audiencias. De ellas, 14 se programaron para la mañana y las dos restantes se reprogramaron para el día siguiente, lo que refleja la sobrecarga y falta de flexibilidad del sistema. Además, indicó que la situación se agravó por la reasignación de jueces: Eduardo Raed fue promovido al Tribunal de Impugnación, mientras que Ricardo Moine fue trasladado a otra área penal.  

Finalmente, Quattropani advirtió que esta situación lleva “al límite los plazos máximos de detención” y socava los principios fundamentales del sistema de Flagrancia, que se basa en la resolución rápida de casos. Criticó que las decisiones administrativas estén priorizando la burocracia por encima de la eficiencia judicial, y pidió medidas inmediatas para evitar perjuicios al funcionamiento del sistema.