Tras las protestas realizadas en horas del mediodía en Avenida Libertador y las Heras, por parte de choferes de transportes escolares y servicios contratados, Antonio Sarmiento, representante del sector, contó en Compacto 13, que fueron recibidos por el ministro de Producción y Desarrollo Económico, Andrés Díaz Cano, obtuvieron importantes avances para el sector en tiempos de cuarentena.

El representante de la asociación, contó que Díaz Cano les aseguró una ayuda económica,  para que puedan afrontar este parate obligado de sus actividades por la cuarentena, además revisaran el pedido que originó la protesta. El mismo trata de eximirlos del pago de patente, permisos pertinentes exigidos y revisación técnica, por lo menos hasta que puedan volver a prestar el servicio, el cual es su “única entrada de dinero”, expresó.

Cabe recordar, que los choferes de transportes escolares no trabajan desde el pasado 15 de marzo, cuando el gobierno local decidió frenar las clases ante el inminente de la cuarentena. Es decir, que a lo largo de estos más de 100 días, no obtienen los habituales ingresos económicos con los que antes contaban. Esto obviamente, produjo una situación que ya se volvió “insostenible desde el punto de vista económico” según manifestó Sarmiento.

 El chofer, expresó que además del parate obligado por la suspensión de clases, los perjudica de gran manera el tener que seguir pagando impuestos exigidos por el gobierno para la realización de su actividad, cuando los ingresos les son nulos.

“El tema de la patente del servicio de pasajeros es distinto, tiene más valor y, al no poder hacer uso del instrumento de trabajo, que son las movilidades, lo que pedimos es no pagar patente, permisos correspondientes”, dijo el representante del sector, quien además adelantó que en el trascurso de la semana tendrán otra reunión con el ministro Días Cano, para evaluar los pasos a seguir.

Por otro lado, Sarmiento expresó que de volver a la actividad, se les complicaría de igual manera, ya que cada movilidad, normalmente lleva de 15 a 20 niños y con la activación de un posible protocolo, para que se respete la distancia social, deberían llevar de 6 a 8 escolares. “Se nos reduciría bastante el cupo de la movilidad”, dijo.