El psicólogo Raúl Ontiveros habló en Banda Ancha sobre los hijos prepotentes que hacen pedidos a sus padres cuando lo que necesitan en el proceso de crianza es un no. "Sobre todo a la mamá y al papá les pregunto si son conscientes en algún momento que lo que les está pidiendo su hijo o nieto no debería dárselo porque no se lo ha ganado pero no solo porque le fue mal en la escuela o porque no limpio la taza sino por su maltrato, por su falta de respeto, no necesariamente hacia mí", sostuvo.

Y agregó: "La falta de respeto se da a cualquier persona, al vecino, a la maestra, a un compañerito. Los padres deben ser conscientes que lo que está pidiendo su hijo no se lo ha ganado y que debería recibir un no. Finalmente algunos se lo terminan dando por miedo, entonces la señal no necesariamente es en el otro sino en mí cuando digo que sí cuando debería decir que no. Es por miedo, miedo a ofenderlo, miedo a que se enoje, miedo a que no me quiera y miedo al berrinche".

Ontiveros explicó que el berrinche es totalmente natural a la edad de los 2 o 3 años y tiene que ver con todo lo que le está pasando al niño en cuanto a una serie de cambios y adaptaciones. "Si nosotros como adultos no nos desesperamos, no nos volvemos locos y de alguna manera estamos, no lo abandonamos pero no salimos a darle lo que quiera, ese berrinche se va a ir acomodando naturalmente con el tiempo. No hace falta ni gritar ni pegarle ni mucho menos, sencillamente no desesperarnos", dijo.

"No hay que ponerse locos con ellos y salir eternamente a cumplirles. Yo me acuerdo de una paciente que vendió el anillo de casada porque el nene quería un monopatín. Jugó dos veces, lo dejó y no jugó más. Entonces a veces nos inmolamos para que este niño tenga lo que quiera cuando lo que necesita es un no. Nosotros tenemos que preguntarles a nuestros hijos qué es lo que piden y qué es lo que necesitan porque lo que piden a veces es un capricho y lo que necesitan es un no", concluyó.