Hugo, el hombre que desde hace 10 años marca la tradición de la garrapiñada
Cada día está Hugo en la esquina de Mendoza y Avenida Córdoba. Él se ha convertido en una insignia de la zona. Hoy charló con Canal 13 para dar a conocer su historia.
En la esquina de Mendoza y Avenida Córdoba, Hugo Vega se ha convertido en un ícono de la tradición sanjuanina. Durante una década, este emprendedor endulza las mañanas de los transeúntes con sus garrapiñadas. El móvil de Canal 13 llegó hasta el lugar para compartir su historia y el secreto detrás del dulce
Hugo comenzó su negocio hace 10 años y, desde entonces, trabaja incansablemente de lunes a viernes: "Hace 10 años que estoy acá. Todos los días, 6:30 de la mañana hasta las 2", contó. Aunque los fines de semana no vende garrapiñadas, Hugo no descansa: tiene otra actividad laboral que lo mantiene ocupado.
El éxito de Hugo radica en la calidad de sus ingredientes y en su dedicación. "El secreto es tener maní bueno y no quemarlo", reveló. El maní que utiliza proviene de Santiago del Estero y es enviado especialmente a San Juan. Además, Hugo prepara sus garrapiñadas en el momento, asegurándose de que siempre estén frescas. "Es todo del día, del momento. No guardo maní viejo", afirmó
Su puesto, ubicado en una esquina estratégica cerca de instituciones como PAMI y la Caja Social, es un punto de encuentro para clientes fieles. "Todos me conocen. Hasta la policía", bromea.
Con el paso de los años, Hugo diversificó su oferta para satisfacer las demandas de sus clientes. Además de garrapiñadas, vende chicles, turrones y gomitas, productos que son especialmente populares entre los niños que pasan por su puesto camino a la escuela. La pandemia también trajo cambios significativos. Antes, Hugo trabajaba hasta las 9 de la noche, pero ahora cierra su puesto al mediodía. "Había que adaptarse", dijo.
Uno de los elementos más característicos de su negocio es la paila de cobre donde prepara sus garrapiñadas. Este utensilio, tradicional en la cocina argentina, no solo le da un sabor único a sus productos, sino que también es parte de su rutina diaria. "Hasta mate tomo ahí", confesó Hugo. "Caliento el agua en la paila y me cebo unos mates. El agua toma otro sabor con el cobre", sumó.