Jorge, el sanjuanino que lucha día a día con la dislexia
El joven recibió el diagnóstico hace más de 10 años por parte de un neurólogo, algo que nunca lo frenó en su objetivo de estudiar y alcanzar sus metas.
Siempre que una persona recibe un diagnóstico inesperado sobre alguna condición que no conoce, se genera temor fruto de ese desconocimiento. Esto es lo que le suele pasar a algunos jóvenes que tienen dislexia, quienes no conocen el alcance que puede llegar a tener este trastorno neurobiológico. En ese sentido Jorge, un joven sanjuanino, es el claro ejemplo de que se puede tener una vida plena y sin grandes limitaciones siendo disléxico.
Jorge Pacheco tiene 19 años de edad y hace más de 10 años que recibió la confirmación de que tenía dislexia. Esto solamente vino a confirmar las sospechas que tenía tanto él como su familia, al notar algunos problemas que se le habían presentado a la hora de ir a la escuela.
'Mi vieja fue la que se dio cuenta cuando empecé 1er grado de la primaria. Después yo me di cuenta que tenía dislexia a los 8 años. Me lo diagnosticó un neurólogo en ese momento. Era muy disperso y no le ponía atención a la profesora. Cuando intentaba leer un cuento o una historia, lo que me pasaba era que se me nublaba la vista y leía como un robot', reveló.
En ese momento, los especialistas le recomendaron formar parte de grupos de apoyo junto a otros estudiantes para no quedarse atrás a la hora de adquirir los nuevos contenidos. A pesar de ello, Jorge aseguró que muchas escuelas locales no están capacitados del todo para enseñarle a chicos y chicas disléxicas.
'Lamentablemente no. Es sobre todo porque no dedican el tiempo necesario que conlleva prestarle la atención debida particularmente a un alumno con dislexia', contó.
Si bien se le presentaron algunas piedras en el camino como esta falta de apoyo académico en algunos momentos, Jorge nunca frenó su educación. Actualmente cursa en la Escuela Dr. Amable Jones de Santa Lucía y tiene el deseo de seguir formándose académicamente.
'Hoy en día prácticamente no me influye en nada. Ahora solamente tengo sesiones con una psicóloga una vez a la semana y un control neurológico al año. Trato de superarme, hago mis trámites yo sólo y trato de no depender de nadie. Mi sueño es poder estudiar a futuro Enfermería y también tengo el objetivo de convertirme en cantante profesional de cumbia.', sentenció.