La beba atropellada en Caucete podría perder un pulmón y un riñón
Este martes será un día clave para el futuro de la pequeña Aitana, según dijo su mamá, Malena Mercado, a Canal 13. El tío la embistió con su camioneta sin querer el 18 de diciembre en Villa Las Rosas, Caucete. Después se complicó todo con un virus intrahospitalario y una gran infección.
El drama de la pequeña Aitana, la bebé atropellada accidentalmente por su tío en su camioneta el pasado 18 de diciembre en Villa Las Rosas, Caucete, todavía no tiene final feliz. Este martes será clave: podrían someterla a una importante cirugía para extirparle un pulmón y un riñón, según dijo su mamá, Malena Mercado, a Canal 13.
"Ahora está muy delicada de salud. Por un virus intrahospitalario la infección se fue a su corazoncito por las arterias, a los riñones, a los intestinos y así va avanzando cada vez más", contó la joven madre de 19 años.
"Los antibióticos no le están haciendo efecto. Ya tiene nueve clases de antibióticos y cinco corticoides. Y muchas esperanzas no me dan pero yo solamente le pido a Dios que mi hija salga de ahí con vida, porque la verdad es que no sé qué haría sin ella", dijo Malena.
"Le he pedido a Dios y a todos los médicos que me ayuden a que mi hija salga adelante", reiteró la mamá.
La posibilidad de que le extirpen un pulmón y un riñón es muy alta. "Yo les he estado pidiendo a los doctores que traten que no, que le pongan un drenaje para que salga la infección, porque al pulmón izquierdo se lo quieren sacar. Le quieren hacer la cirugía y dejarla con un solo pulmón y un solo riñón", confirmó Malena.
"Pero me dijeron que puede vivir con un pulmón y un riñón. Además le tienen que hacer una traqueotomía para que respire por ahí, porque tiene una grave laringitis. Mañana (por este martes) la bajan a quirófano, todavía no está confirmada la hora", comentó.
"Del accidente en realidad ella había salido de peligro. Quedaba solamente una cirugía de cráneo, porque del lado izquierdo tiene hundimiento, pero ya no era nada grave, era algo estético más que nada. Se habían estado soldando sus caderas, se estaba pudiendo sentar. Incluso había subido a Facebook que ella ya se sentaba y comía, estaba re alegre yo, cuando a los dos días recae con un virus intrahospitalario que había afectado su cuerpo", recordó la joven.
"En realidad los médicos no se habían dado cuenta. Ahí fue cuando la noche del 1 de enero salgo buscando a los doctores, a alguien, y me dicen que no estaba ninguno disponible en la sala. Me la llevé a terapia intermedia. Iba corriendo yo a los gritos porque mi hija iba pálida, iba con sus ojeras moradas y los ojos se le iban para atrás. Suspiraba y no reaccionaba. Los doctores me decían que no había posibilidad. Le pusieron oxígeno y no llegaba a saturar el 70%", relató desesperada.
"Me dijeron: 'mamá quédese un ratito más porque había posibilidades que no pasara esa noche'. Yo me arrodillé en su cama y le pedí a ella 'por favor respirá'... Porque es muy chiquitita. Íbamos saliendo y recaímos en todo esto. Pero yo tengo fe de que vamos a salir. El doctor Clavel está haciendo todo lo posible", confió la joven sin perder las esperanzas.