La carroza fúnebre de Gardel que se quedó en San Juan
Luego de trasladar los restos mortales del Zorzal Criollo en Buenos Aires, en una multitudinaria despedida, fue parte del servicio de personalidades reconocidas de la provincia como Aldo Cantoni y el gobernado Anacleto Gil.
Parte de la historia de la idolatría popular argentina se encuentra en San Juan. Siempre elegante, pero también anónima al conocimiento sanjuanino, la carroza que transportó los restos mortales de Carlos Gardel fue adquirida por la Cochería San José en 1939. Tres años antes había encabezado uno de los primeros, sino el inaugural, multitudinario acompañamiento fúnebre de la Argentina.
La despedida del ‘Zorzal Criollo’ fue tan distinguida como multitudinaria. En febrero de 1936, en Buenos Aires, del Luna Park al Cementerio de la Chacarita, una elegante carroza encabezó el último adiós a uno de los más grandes baluartes que tuvo el suelo argentino. Según los registros periodísticos de la época, a cargo de ‘El Litoral’, luego de la despedida en el mítico estadio porteño, cientos de niños, mujeres y hombres ganaron la calle para darle el último adiós al cantante.
“La procesión atravesó toda la calle Corrientes. En algunas esquinas pequeñas orquestas improvisadas tocaban tangos, y en el trayecto un grupo intentó desenganchar el carruaje para llevarlo a pulso, lo que fue impedido por la policía. El féretro llegó finalmente a La Chacarita”, expresaba el diario de época.
El traslado se hizo en una elegante carreta perteneciente a la Cochería francesa Perisse, instalada en Buenos Aires tiempo antes a la trágica muerte del ídolo argentino. Luego pasaría a formar parte del patrimonio de la empresa fúnebre sanjuanina, gracias a la gestión de su fundador, Don José González Amaya, quien en uno de sus periódicos viajes a la capital del Tango, la compró a la empresa europea.
La carroza, además de haber tenido el distinguido privilegio de realizar el último viaje en paz de Gardel, tiene un valor grandísimo para la cochería sanjuanina. Según contó Exequiel Rueda, encargado de servicio de la empresa, fue parte de la flota inaugural con la que empezaron un largo historial de servicios a personalidades ilustres de esta tierra.
Llegada a la provincia en ferrocarril, la majestuosa carreta negra con cortinas con detalles doradas y una cruz que se impone en presencia, trasladó a Aldo Cantoni, Juan Maurin. Sin embargo, el primer servicio que realizó el coche fúnebre perteneciendo a Cochería San José, fue el del gobernador Doctor Anacleto Gil. Entonces, sin duda, es parte del tesoro histórico sanjuanino.
Familias distinguidas de San Juan, como los Cantoni contrataron a la empresa sanjuanina para el servicio fúnebre y la misma cochería ofrecía, siempre que lo ameritaba, la histórica carreta. Fue así que las calles sanjuaninas tuvieron el lujo de verla desfilar con los restos mortales de por ejemplo la madre de los Cantoni.
Aquella misma carroza que en febrero de 1936 tuvo el privilegio de llevar a ‘Carlitos’ Gardel del Luna Park al Cementerio de la Chacarita. Que, por las calles de una Buenos Aires, muy distinta a la de este 2021, desfiló con su elegante andar tirada por caballos blancos, llegó a suelo sanjuanino para enriquecer la historia de este pueblo. Un baluarte más de la provincia, un tesoro, que, a pesar de su peso histórico, luce majestuosa en el depósito de la Cochería San José sin que muchos sanjuaninos conozcan su rico derrotero. Sin lugar a dudas, digna historia de contar.
Fuentes: Archivo Carlos Cerimedo, Cochería San José, Diario El Litoral