Ismael Lima, es el propietario de una gomería céntrica a la que la cuarentana está liquidando. El joven contó a Canal 13 que si no fuera por los delyverys, él no tendría trabajo prácticamente, ya que estos trabajadores son casi los únicos en solicitar su servicio. En estos meses de aislamiento obligatorio, tuvo que tomar decisiones difíciles que incluyan despidos y un posible cierre.

´Para el gobierno no somos una actividad esencial’, se quejó y comentó además que en estos más de 170 días tuvo pocos clientes, en comparación a que suele tener en tiempos normales. También contó que tanto el como otros colegas estuvieron abriendo a escondidas de los controles.

El gomero señaló que con la llegada a la Fase 3 las ventas mejoraron un poco el ritmo, pero de todos modos le sigue constando. Asimismo, confesó que tuvo que despedir a sus empleados porque no juntaba para pagarles.

En la gomería, que lleva el nombre que su propietario, los mayores trabajos son las motos de los chicos que trabajan de deliverys para reconocidas aplicaciones. De todos modos, Ismael contó que la zona es movida dentro de la malaria que trae la pandemia. El problema lo tienen sus otros colegas, como su padre que tiene el local en medio del barrio.

Finalmente, el gomero capitalino manifestó que la vuelta a la Fase 1, fue un volver a empezar, aunque con menos expectativa. El trabajador contó que varias veces se le paso por la cabeza el cerrar definitivamente, tras la malaria que trajo la pandemia.