El martes 6 de abril de 2021 se escribió una de las páginas más inolvidables de la historia de San Juan. Pasadas las 17:30 horas, miles de personas aguardaban a los costados del Conector Sur y otras calles de la provincia, para darle el último adiós al ‘Wey’ Zapata.  Sobre calle Salta, en la puerta de la Cochería San José, un gran número de motociclistas, vestidos para la ocasión, esperaban para escoltar los restos mortales del famoso corredor.  Los cálidos rayos de sol del otoño sanjuanino acariciaban la cara de los presentes, mientras unos detalles lujosos en negro, que desentonaban con la vestimenta y los cascos de los corredores,  llamaron la atención de los presentes.

A familiares, amigos, la prensa y personas  a pie que se acercaron al lugar para rendir su homenaje,  lo que les llamó la atención  fue la carroza fúnebre que aguardaba por el féretro. La empresa contratada para el servicio entendió que al ser un personaje tan querido por la gente, debían ofrecerle a la familia algo acorde a la situación. Fue entones que hizo su aparición la majestuosa Lincoln modelo 1947 negra.

‘La carroza fúnebre de origen europeo fue ofrecida al padre de Zapata, y este estuvo de acuerdo’, contó a Diario 13, el encargado de servicio de la Cochería San José, Exequiel Rueda. Originalmente fabricada como una coupe de color verde, luego sería remodelada para cumplir un destino lleno de prestigio: ser uno de los coches fúnebres que llevó a grandes figuras sanjuaninas, queridos por el pueblo.

La Lincoln fue adquirida en la década del 60’ por Don José González Amaya. Traída de Europa por un buque hasta Buenos Aires, y desde allí en ferrocarril hasta tierras sanjuaninas.  Rueda contó que en el viaje a la provincia, el ferrocarril se dio vuelta, y aunque la reliquia fue salvada, quedó con su parte trasera golpeada y desbalanceada. Sin duda, un vehículo lleno de anécdotas fascinantes.

Otro de los aspectos que hace a esta carroza, un tesoro sanjuanino, es que pertenece a los primeros modelos que fueron motorizados y que salían junto a los de tracción a sangre en el año 1960. Desde que pertenece a Cochería San José hizo servicios tales como para la familias Ivica Dumandzic y Aubone.

La majestuosa Lincoln negra trasladó los restos de Monseñor Lopez Soler, el 26 noviembre desde el Cementerio de la Capital, hacia la Cripta en la Parroquia de Concepción.  También, en los primeros días de febrero de 1997, al vicegobernador Rogelio Cerdera. El reconocido deportista sanjuanino, , Wey Zapata Bacur, fue hasta el momento, el último en ser llevado al último destino en la reliquia de origen europeo.

Rueda contó que la Cochería San José conserva este vehículo  como parte de su patrimonio histórico que dio inicio en el año 1939. Ese martes 6 de abril, los escoltas estaban vestidos de gala y con moño para homenajear a la figura del motociclismo. Alejandro Loaiza, conductor de la carroza y Jonathan Mercado, el acompañante,  fueron los encargados de ser parte importante del emocionante acompañamiento al Wey.

 El chofer de la Lincoln relató todavía admirado, que nunca en el largo tiempo que lleva trabajando para la empresa vio algo similar. Refiriéndose a la manifestación casi espontanea de los sanjuaninos, que muchos de ellos gritaron ‘motocross wey’. Si dudas, para uno de los entierros más populares de San Juan, la carrosa europea estuvo más que a la altura de la circunstancia.