, y esto es porque desde el 1 al 7 de julio se recuerda la tradicional Semana de la Dulzura en toda Argentina. El origen de esta festividad se remonta a la década de 1980, cuando una reconocida marca de caramelos lanzó una campaña publicitaria que promovía regalar dulces durante una semana. Desde entonces, la tradición se arraigó en la sociedad argentina y se convirtió en un símbolo de afecto y generosidad.

La tradición a grandes rasgos involucra un chocolate por un beso, regalando ternura entre los que aprovechan esta oportunidad para demostrar y demandar afecto. Sin embargo, , es por eso que

El relevo de este medio fue en las inmediaciones del microcentro, donde al ser consultado a un comerciante se pudo apreciar algunos precios de las marcas de chocolates más elegidas, entre ellas el tradicional bombón de chocolate que va desde los $400 pesos. Sin embargo, el vendedor advirtió que pueden ofrecerse promociones atractivas por la temática de la semana, como la opción de adquirir tres bonobones por $1.000, lo que representa un ahorro considerable.

La dinámica de los precios no solo es variada, sino que algunos comerciantes han añadido un toque personal y emocional a las transacciones. Por ejemplo, a medida que la golosina es más grande, se requiere un intercambio de afecto: un beso y un abrazo por un Bonobón, o dos besos y un abrazo por golosinas más grandes. 

Este precio es aproximadamente tres veces el de un bombón, lo que destaca la relación entre el tamaño y el costo de las golosinas.

Estos chocolates, conocidos por sus vivos colores y su delicioso sabor, siguen siendo una opción popular tanto para consumo personal como para regalar.

Dentro del mercado de chocolates, encontramos también los famosos coffler de chocolate, que vienen en diversas presentaciones y precios.

Las galletas, como las populares Lincoln, también tienen su lugar en este dinámico mercado. Un paquete de galletas Lincoln cuesta $1.000, y algunos vendedores han adoptado la divertida consigna de intercambiar una galleta por un beso, añadiendo un toque lúdico a la experiencia de compra.