Los guardavidas en San Juan piden mejoras en las condiciones para desempeñarse
A mitad de camino de la época estival, la asociación sanjuanina que nuclea a los guardavidas resaltó los problemas salariales y de contratación, además de tener inconvenientes para realizar la prueba de reválida que los habilita para trabajar.

Esta semana, el ministro de Familia y Desarrollo Humano Carlos Platero resaltaba los problemas en las colonias que se siguen resolviendo. Dentro de los ítems, mencionó que hay reclamos centrados en la falta de guardavidas, especialmente en las zonas más alejadas de la provincia. Sebastián Segali, representante del Sindicato Único de Guardavidas y Afines de San Juan (SUGAS), expresó su preocupación al respecto: “El problema principal es que el valor de la hora que paga la provincia está muy por debajo de lo que corresponde, lo que desmotiva a muchos compañeros a aceptar el trabajo” señalando que los asociados deciden no tomar el trabajo por el bajo ofrecimiento.
Segali comentó que uno de los puntos críticos señalados es la ausencia de contratos formales: "Muchos prefieren no trabajar porque las condiciones no son dignas,” sostuvo. Además, explicó que aunque la contratación depende de los municipios, el Gobierno es quien determina los pagos, resultando en una propuesta que termina siendo menor a la esperada por los guardavidas.
Otro punto conflictivo es la obligatoriedad de revalidar las credenciales para ejercer la profesión, un proceso que este año se extendió a tres días: “Antes las capacitaciones duraban medio día, pero ahora las hicieron obligatorias y duran tres días. Esto genera problemas para los compañeros que tienen otros trabajos,” comentó Segali.
El proceso también implica costos adicionales, como estudios médicos y un impuesto provincial exclusivo para guardavidas: “San Juan es la única provincia que cobra un impuesto al trabajador para realizar la revalida,” subrayó Segali, quien también mencionó que algunos deben cubrir alojamiento y comidas durante las capacitaciones, incrementando los gastos.
Las exigencias también afectan a los clubes privados, que deben cerrar durante los días en los que sus guardavidas se capacitan, generando problemas con los dueños de los balnearios y natatorios.
No todo es malo, ya que en algunos casos, los municipios intervinieron para evitar la cancelación de actividades como las colonias de verano: “Hemos hablado con algunos municipios y logramos que cubran la diferencia salarial” reconoció Segali.
La realidad que encara los guardavidas es compleja: “Entre los bajos salarios, la falta de beneficios y los altos costos para ejercer la profesión, muchos compañeros están dejando el trabajo,” lamentó Segal.