La ludopatía, un problema que afecta históricamente a adultos, está empezando a manifestarse también entre niños y adolescentes. Esta preocupante tendencia fue analizada en Banda Ancha por José Icazatti, psicólogo y especialista en el tratamiento de esta adicción, quien subrayó la importancia de la educación emocional y financiera como herramientas clave para la prevención.

“El límite entre el juego saludable y la ludopatía es el sufrimiento. El problema no es jugar, sino no poder dejar de hacerlo”, afirmó Icazatti, quien también forma parte de la Fundación Linju, dedicada a la lucha contra esta patología. Según el especialista, el juego patológico se caracteriza por la incapacidad de controlar los tiempos, las pérdidas económicas y la búsqueda constante de dopamina, lo que genera un círculo vicioso.

Icazatti explicó que el impacto del juego en menores de edad es aún más grave debido a que su desarrollo cognitivo y emocional aún está en proceso. “Un niño no tiene el control inhibitorio completamente formado. Además, las aplicaciones y juegos en línea están diseñados para captar su atención con frases como ‘hoy es tu día’ o ‘tu suerte está aquí’”, destacó. Esta combinación de tecnología accesible, billeteras virtuales y la promoción de la recompensa inmediata forma un escenario perfecto para el desarrollo de la adicción.

Según el psicólogo, una de las principales dificultades es que los signos de la ludopatía no son tan evidentes como en otras adicciones. “Mientras que con las sustancias se pueden observar cambios físicos o de comportamiento, el juego patológico pasa desapercibido hasta que ya es tarde. Los pacientes llegan cuando han perdido todo, están completamente aislados o han fracasado académicamente”, detalló.

Para Icazatti, la clave está en la educación. “Es fundamental enseñar a los niños y sus familias sobre la regulación emocional y financiera. La tecnología ha llegado para quedarse, pero debemos evolucionar como seres humanos y aprender a manejarla de manera saludable”, aseguró. Además, subrayó la importancia de enseñarles a los menores que alcanzar la estabilidad económica es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo.

En cuanto al acceso de menores a plataformas digitales, el especialista mencionó ejemplos internacionales, como Australia, donde se han implementado restricciones para que niños menores de 16 años no puedan ingresar a redes sociales. “Esto es una problemática mundial y se está trabajando para encontrar soluciones. En 2025, la Organización Mundial de la Salud y la ONU planean abordar el impacto de las redes sociales en los niños”, informó.

La Fundación Linju lleva adelante una intensa tarea de sensibilización a través de charlas en plazas, escuelas y otros espacios comunitarios. “No demonizamos la tecnología, sino que trabajamos para que su uso sea responsable. La tecnología no es el enemigo, pero sin una buena psicoeducación, regulación emocional y asistencia, los riesgos son enormes”, afirmó Icazatti.

Aunque por el momento el tratamiento para la ludopatía infantil en la fundación es particular, se están gestionando convenios para garantizar la cobertura médica. “Es un problema de Estado. Si existe una ley, el Estado debe garantizar la salud de los niños”, sostuvo el psicólogo.