Mónica, es una mujer de Chimbas que quedó sin su marido siendo muy joven, afrontando la vida con sus siete hijos. Además superó un cáncer de mamas hace un año. Diario 13 supo que está semana, ella donó a varios chicos la ropa y guantes para que ellos puedan realizar la promesa de lealtad a la bandera. 

"Si a mi me golpean la puerta, yo doy lo que yo tengo y hago lo que Dios quiere que haga. Yo pasé por una separación, un cáncer de mamas y una depresión. Y este 12 de julio van a ser cinco años desde que Dios me levantó. Yo quedé sola con mis hijos, cuando el mas chico tenía tres años. Por eso no dude en ayudar a los chicos, con la ropa que tenía de mis hijos para que algunos nenes puedan prometer la bandera dentro de unas semanas", indicó la mujer.

Ella ya está jubilada, y a pesar de los obstáculos que la vida le presentó, decidió darle a las personas, lo mejor de si misma. Además afirma que estas acciones se deben a la buena enseñanza de su madre.

"Yo decidí donar todo lo que tenía de mis hijos, con lo que ellos prometieron la bandera. Porque yo se lo que se lucha para conseguir las cosas y me nace del corazón ayudar. Es lo que me han enseñado desde chica. Yo aprendí todo de mi mamá, ella también fue mamá, papá y me enseñó muchas cosas que me llenan el alma, entre ellas ser solidaria. Y por otro lado, mi fuerza y motor es mi Dios", expresó Mónica.

Como fruto de su labor y dedicación, uno de sus hijos se recibió de policía y dos más de penitenciarios gracias al empeño y sacrificio de la señora, quien siempre ha trabajado para mantener a su familia y ayudar a quienes lo necesitan. A pesar de las dificultades, Mónica nunca ha perdido la esperanza y siempre ha mantenido mantuvo una actitud positiva frente a la vida.

"Me di cuenta que no sirve de nada lamentarse, sino que hay que vivir con la paz de Dios. Ir a la iglesia me hizo mas espiritual, ya no me afectan tanto las cosas de este mundo. Sino que me concentro en lo que realmente vale la pena", señaló Mónica.

Según sus propias palabras, la fuerza se la da Dios y ella está feliz de haber podido ayudar a estos chicos a cumplir con su promesa. Para ella, la felicidad no se encuentra en las cosas materiales, sino en hacer el bien a los demás y en superar los desafíos que la vida nos presenta.

"A mi me hace bien ayudar y no sabe cuanto mas cuando se trata de niños y gente mayor. Yo ya soy jubilada y la mayoría de mis hijos ya se mantienen solos. Por lo tanto, ahora que puedo ayudar mas, lo hago con mas ganas", señaló la mujer.