Mamá de un niño autista lucha para que no le corten la luz
La mujer se desempeña como DAI y además tiene que realizar otras actividades para juntar el dinero para pagar las abultadas boletas.
‘Es una locura tener que pagar esto de luz!!!!!! Vas a quejarte y no dan una solución, $9.449 la boleta’, escribió en su cuenta de Facebook para descargarse una mujer que ya no sabe qué hacer. Se trata de Paula Victoria Esquivel, una mamá soltera, con dos hijos de 11 y 9 años, el segundo de ellos con autismo. ‘Esta situación es insostenible ya no se qué hacer para juntar el dinero, mi sueldo casi entero lo destino a pagar la boleta’, contó desesperada.
Paula es una mujer joven, con un amor pujante por sus hijos que la ha llevado a hacer otro tipo de actividades además de su trabajo para poder ‘sazar el mes’. De profesión DAI, esta joven madre comentó que con los $ 13.000 de sueldo mensual no le alcanza para subsistir, y por eso salió a vender bizcochuelos, para así llegar a cubrir los gastos de la casa.
Para colmo, su vivienda del complejo las Lajas 2, de Chimbas, al no contar con la cubierta de techo, cada vez que llueve, sus hijos y ella se mojan enteros. La joven mamá ya desenchufó casi todo en su casa buscando que el consumo baje, pero el montó de cada boleta es aún mayor que el anterior.
‘No tengo ningún electrodoméstico nuevo, tengo lo básico de una casa. Heladera, pc, tv, lavarropas (bajo consumo), termotanque eléctrico (bajo consumo). No tengo un local comercial o un taller en casa. Somos una familia chica, en la cual lucho muchísimo para q a mis hijos no les falte nada, pero esta boleta de luz es imposible. Este mes no sé cómo voy a vivir’, expresó apenada Paula.
El año pasado, la mujer tramitó un subsidió en el EPRE que finalmente le fue otorgado por febrero de este 2020. Anterior a dicha ayuda, pagaba por mes entre $3.000 y $4.000. Luego de 3 meses en los que pagó boletas hasta de $1.200, dejó de percibir el subsidio tramitado.
En los meses que le siguieron comenzó a pagar de $6.000 en adelante, pero en este último mes el monto fue de casi $10.000 y eso fue la gota que rebalsó su vaso. La DAI se dirigió a Energía San Juan en búsqueda de respuestas, debido a que los montos ya eran impagables y obviamente, le habían quitado el subsidio. En la empresa le dijeron que debía dirigirse a las oficinas del EPRE, para presentar su reclamo y de esta última dependencia la mandaron de vuelta a Energía San Juan.
Paula llegó nuevamente a Energía San Juan y en la empresa le dijeron que le habían quitado el subsidio porque el consumo había subido.’El lunes 21 de septiembre me dijeron que solo atendían por turno , llame por teléfono, y me contestaron que el subsidio está en vigencia, pero al ser tan alto el consumo me lo tuvieron que suspender, que la única opción para que no le corten el suministro era abonando la totalidad de la boleta’, contó.
Además de aquel subsidio, con el que hoy por hoy no cuenta, su hijo con autismo cobra en ANSES una pensión por discapacidad de $5.000, por lo que sumado a su sueldo, más otras changas le es insuficiente para afrontar los demás gastos. ‘Trabajo para pagar la boleta de la luz, tuve que suspender un préstamo que saque en el IPV para tener nuestra casa propia’, expresó.
Paula señaló que a sus vecinos les llegan boletas de $1.000 a $3.000 y tienen todo eléctrico. Inclusive, a otro vecino con negocio la boleta le llega a $6.000, ‘no encuentro explicación porque a mí me viene ese monto, es injusto’. Además, desde la empresa nunca llegan por la zona en donde ella vive a controlar los medidores. ‘En 2 años que llevo viviendo acá, jamás llegaron para inspeccionar’.
‘A mi hijo le da miedo la oscuridad, tiene autismo, no tengo otra alternativa que pagar’, expresó la madre preocupada por la situación. Esa misma preocupación que la hizo ocuparse y tomar cartas en el asunto, ya que a raíz de hacer conocido su caso en la red social, muchas personas comentaron su publicación denunciando casos similares.
Esto llevo a Paula a instar a estas personas a que publiquen sus boletas, para que Energía San Juan se haga responsable de la situación de cada uno de ellos. Además, se unió a un grupo de autoconvocados para juntar firmas y así hacer una nota dirigida al gobernador, para contarle la situación de los damnificados por la empresa.
Paula, la joven mamá contó que seguirá luchando para obtener respuestas de la empresa. ‘Quiero lo mejor para mis hijos y no voy a parar hasta conseguirlo, mi hijo de 9 años debido a su autismo le tiene miedo a la oscuridad, no nos pueden cortar la luz’, cerró.