Este domingo falleció un sanjuanino radicado en Estados Unidos a causa del coronavirus, la pandemia mundial que ya lleva más de 77.000 muertes. Evidio Valdeon, de 73 años y oriundo de Pocito, murió tras estar internado varios días y su familia también está infectada por Covid-19.

Griselda, su hija, habló con Canal 13 y brindó detalles de la pesadilla que vive la familia por estas horas. Todo comenzó hace un tiempo atrás. Evidio, junto a su esposa, oriunda del Médano de Oro, y sus 3 hijos emigraron a EEUU para radicarse. Habían viajado allá por el '74, pero esta vez era de forma permanente. Allí se establecieron y crecieron, hasta que llegó la pandemia.

El primer signo de coronavirus apareció en el corazón de la familia. "Nosotros empezamos con síntomas el 12 de marzo. Mi esposo y yo empezamos con dolor en el cuerpo, algo muy leve pero que empeoró tiempo después", destacó Griselda. La mujer señaló que el dolor trajo un mareo, algo de fiebre y pérdida de olfato. "Me hice el análisis de coronavirus y me salió positivo, también a mi esposo", dijo.

Con la mirada puesta en sus hijos, el asesino silencioso acechaba desde otro lado. "En esos días mi papá comenzó a sentirse mal. El 21 de marzo tuvo dolor de cuerpo, intenso por momentos. A su vez, mi mamá también pero en ella era más leve", describió Griselda. Tres días más tarde, a Evidio le levantó fiebre. Cuatro días más tarde finalmente se hizo el examen: dio positivo.

"Hasta ese momento era una fiebre que aparecía y se iba, por momentos parecía fuerte pero cedía. Yo hablaba con él y parecía dentro de todo estable", señaló la mujer. Sin embargo, el 30 de marzo a Evidio le faltó el aire.

Griselda comenta que decidieron internar a su papá, mientras miraba de reojo a sus hijos con algunos síntomas y a su madre con dolores de cuerpo. "Papá estaba internado llamaba a mi mamá seguido, porque deben estar aislados. La comunicación era frecuente, ellos siempre fueron muy unidos. El 5 de abril la llamó tres veces, la última para despedirse, porque decía que ya no podía más, que no tenía recuperación", señaló.

Así, Evidio, de Pocito, luego de 40 años de casado, con hijos y nietos, se despidió. Y fue la última vez que supieron de él, porque el coronavirus es silencioso pero también es cruel.