Miriam Seronello, una mujer de 61 años que fue ciega y víctima de los ataques de “El Loco del Sifón”, falleció trágicamente el pasado viernes luego de atragantarse mientras comía en su casa del Barrio Sarmiento, en Rawson

Seronello era recordada en San Juan por ser una de las sobrevivientes de los brutales ataques cometidos por Eduardo Adán Villavicencio, apodado “El Loco del Sifón”. Su deceso ocurrió alrededor de las 23 horas, mientras se encontraba sentada en la cochera de su hogar y comía una banana, según informaron fuentes policiales. La mujer, que estaba bajo cuidado constante debido a su delicado estado de salud, sufrió este accidente mientras su cuidadora se encontraba momentáneamente distraída.

Los primeros en arribar al lugar fueron los médicos de Emergencias del 107, quienes realizaron maniobras de reanimación para intentar salvarla, pero lamentablemente no tuvieron éxito. El cuerpo de Seronello fue examinado por una médica legista, quien confirmó que no había signos de violencia física, lo cual corroboró la teoría inicial de que el deceso se debió a un accidente. Los fiscales Emiliano Pugliese y Sebastián Gómez de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales también acudieron para realizar una inspección detallada del sitio y corroborar que no hubiera otras causas de muerte.

Seronello vivió en su casa del Barrio Sarmiento durante toda su vida, y en sus últimos años enfrentaba varias enfermedades que habían disminuido su estado físico considerablemente. A pesar de su frágil condición, estuvo rodeada de familiares y cuidadores que velaban por ella, aunque el fatídico descuido de unos segundos fue suficiente para que la tragedia ocurriera.

El caso de Miriam Seronello cobró relevancia a finales de los años noventa, cuando fue víctima de los ataques de Eduardo Adán Villavicencio, conocido como “El Loco del Sifón”. Este hombre fue condenado tras irrumpir en la casa de dos matrimonios en Rawson, donde golpeó a los maridos con un sifón hasta matarlos y abusó sexualmente de sus esposas. Este caso estremeció a la provincia, y el recuerdo de aquellos actos violentos perduró durante años en la memoria de los sanjuaninos. Recientemente, Villavicencio sumó otra condena de diez años por atacar sexualmente a un interno dentro del Penal de Chimbas, donde cumple su sentencia.

La historia de “El Loco del Sifón” es una de las más aterradoras de San Juan. Tras sus ataques en los años noventa y el reciente ataque en prisión, Villavicencio enfrentó repetidas condenas. Sin embargo, en lo personal, tuvo logros que sorprendieron a muchos: en prisión, completó el secundario, se casó, tuvo hijos y espera convertirse en abuelo. Se ha convertido en devoto de la Iglesia Evangélica y trabaja en el taller del penal. A pesar de su aparente redención, sus víctimas y la sociedad sanjuanina no olvidan el dolor que causaron sus crímenes.