Alguien de mi familia dice: “no entiendo hablan de sistema de salud colapsado y explotan los bares”

Te cuento mi caso: Me cuido, uso Barbijo, tomo distancia, me lavo las manos y llevo alcohol en gel para todos lados. 

Hace unos días también, cuando mi invitado llegó a la YPF, nuestra conversación empezó con barbijo, incluso después de servido el café. El tomó los primeros sorbos yo inalterable, embarbijado, esperaba mi turno para hablar y también para sorber.

La charla se puso muy buena y el ratito se paso a 3 horas como si nada. Los cuidados se diluyeron en ese tiempo y en la confianza mutua ¿El barbijo? Quedó arrollado como el sobre de azúcar junto a los cuidados y las llaves del auto.

“Soy COVID positivo recién me entero” me dijo al otro día en la tarde mi invitado,  “y lo nuestro,  fue un contacto estrecho, aunque no nos besáramos” ... bromeó! "Te aconsejo que te aísles". Mi médico dijo lo mismo y lo respaldó agregando, “son 15 días.”

Estoy perfecto de salud, ya llevo 5 días guardados, suficiente para ver y leer todo de todos, y eso ya no me tiene tan perfecto. 

El otro, los otros, la gente ahí afuera, muchos ahí afuera no tienen ni siquiera la oportunidad de parar, detenerse es un lujo, resguardarse en un rincón de su casa es una quimera de salón político impracticable, su casa tiene solo cuatro rincones para 8 que conviven en las estadísticas de una salud pública limitada.

Pegado a las noticias y con tiempo de sobra me inquietan las cifras y los negadores, me asquean los que llenan las redes con teorías y lecciones de manejo pandémico ajustados al universo de su ombligo autores de conspiraciones como “ la cuarentena más larga del mundo”, “no asusten con las cifras de muertos”, ”el gobierno no hizo nada”.

Esto no es joda, se murieron mas de cien sanjuaninos, cien o más, escuchen catedráticos de Instagram, cien personas, escuchen payasos fiesteros VIP, y somos muy pocos los que podemos darnos el lujo de frenar, los médicos no pueden, los policías no pueden, ni los medios pueden parar, la sociedad los necesita para tener respuestas.

No hay gobiernos capaces de frenar nada aunque intenten todo, aunque pongan 3 turnos a hisopar hasta el cerebro, aunque aumenten tres veces más los PCR, porque todas las variables de la imbecilidad humana son imposibles de detectar en un test. 

Viajar escondido en un camión, acarrear leña por pasos secretos, desafiar las normas y hasta el virus por un micrófono de radio hasta que cae la bravuconería rendida y por contagio. El cuidado individual, cultural, personal, insolidario va mutando de hastíos, de estamentos, de café en café, de actividad económica a necesidad recreativa,  va junto con el bicho así,  invisible horadando las paciencias. 

No, no hay gobierno que pueda frenar la imbecilidad, ni el de los Sanjuaninos ni el de los ingleses, @BorisJohnson  después de ser desafiante y ningunear el virus acaba de inaugurar la categoría de “desastre moral” y por fin pedir ”tenemos que ser humildes ante la naturaleza”, y mandó a los Ingleses a su casa y por dos meses.

No, los gobiernos no tienen todas las respuestas, la única oficial y posible que queda es ampliar las terapias intensivas y los cementerios.

El pedido de exigencias sanitarias impartidas es una ilusión inaplicable, presuntuosa, imposible de cumplir por la vida de escasez que les toca llevar a muchos, otros por la soberbia “no me va a tocar a mi” que le oponemos, y lo más peligrosos, los más destructivos de todos, la escasez del alma, del respeto, de la solidaridad.

Dra Mónica Jofré a usted y a todos los responsables del sistema sanitario de San Juan y el País, los miramos por moda y en “mute”, parece que todos ya sabemos todo, y sabemos que a nosotros no nos va a tocar, o mas bien que no vamos a cumplir.

Hoy se ve claro, vamos a contagiar en el descuido de un abrazo o un café. A mi  hijo, a tu padre, a mi amigo, todos estamos en el riesgo silente y contagioso, y sin cuidados serios solo queda elegir el blanco para contagiar. Esa es la curva que pedían achatar,  que por bien manejada en el tiempo, algunos creían que no existía, la curva, el bicho, y la enorme contagiosidad.

Frená, vos que podes, no te juntes, no vayas, no café es solidaridad, es ayudar al que no tiene mejor repuesta,  es entender que esto puede dolernos mucho mas cerca que por la pantalla de una tele.

Frená vos que podes, cuídate, la perinola de los respiradores que van quedando esta dando vueltas solo espero que si lo necesitas te toque, alguien mas puede morir en estos días y pensando en él, no quiero ser yo el que lo mate.