Poder cumplir la voluntad de alguien que no está a 43 años de su muerte. Esto es lo que están haciendo los Altamirano, una familia de tucumanos que hace más de cuatro décadas perdieron a Paty cuando con solo 20 años escaló el Mercedario y murió a causa de un accidente. En 2023 encontraron su cuerpo y ahora sus hermanos viajaron para esparcir sus cenizas en la montaña sanjuanina. 

Desde Barreal, los hermanos  de Paty concedieron una entrevista a Canal 13, algunas horas antes de partir en la expedición. Los tucumanos se mostraron felices de poder cumplir el deseo de Martha Altamirano, su hermana a quien cariñosamente siempre le dijeron Paty y a quien muchos andinistas rebautizaron como la Guardiana del Mercedario.  

Los hermanos coincidieron en que sienten un “orgullo enorme” por Corina y Silvia, que serán las dos hermanas que harán el ascenso a la que es la segunda montaña más alta de la Cordillera de los Andes. 

“Consideramos que el cerro es su lugar, estuvo más tiempo en el Mercedario que en Tucumán con la familia. Ahora va a descansar y cerrar todo un ciclo en el lugar al que ella pertenece”, aseguraron felices de poder cumplir el pedido que Paty les hizo cuando les dijo que si moría en una montaña quería descansar eternamente allí.  

Este proceso de cierre de heridas y de la despedida de Paty comenzó en enero de 2023, cuando unos andinistas encontraron por casualidad el cuerpo de la tucumana. Los Altamirano viajaron a San Juan, lo recuperaron y realizaron una ceremonia con sus cenizas. 

En medio de este nuevo duelo, los mayores de la familia le contaron a sus hijos y nietos quién era la tía Paty. “Fue volverla a traer a la vida, para las personas que no la conocieron”, aseguraron. 

“Tal vez por el dolor de tantos años de esa perdida, esa ausencia, de no haber cerrado algo tan doloroso e importante no hemos sabido o podido transmitirle quien era Paty a los más jóvenes, pero cuando apareció su cuerpo fue traerla a la vida y hacerla conocer por todos, ahora saben cómo era, lo que pensaba, lo que sentía, lo que escribía”, dijeron felices.  

En medio de la emoción por el viaje y la travesía que estaba por enfrentar, los Altamirano recordaron a su madre que no pudo sumarse al viaje. Es que se trata de una mujer de 90 años que está alojada en un geriátrico en donde recibe los cuidados que necesita. 

Corina explicó que cuando Silvia le contó que viajaban a San Juan primero les dijo en broma: “yo no les doy permiso”, pero luego ya emocionada, aseguró que ella hubiera querido estar allí. Por eso, ahora los hermanos Altamirano registrarán en imágenes la expedición para poder mostrarle a su madre el preciso momento en que su Paty vuelve a la montaña. 

Cómo murió Paty

Paty comenzó en el montañismo desde chica, su gran compañera de expediciones era su hermana Corina. Ambas formaban parte del Club Andino Tucumán. Para marzo del año 1981, Paty tenía 20 años y Corina 21, junto al experimentado montañista italiano Sergio Bossini, de 40 años, decidieron ascender una de las montañas más altas de la Cordillera de Los Andes, el Cerro Mercedario, de 6.770 msnm, en San Juan.

La cordada emprendió su marcha, el 27 de marzo de 1981. Ya habían transitado dos tercios de la Pared y estaban a unos 6.000 msndm cuando Paty resbaló en este muro de hielo y se deslizó cientos de metros en segundos.

Corina y Sergio descendieron y encontraron el cuerpo de Paty cerca de donde habían armado el último campamento de altura. Era imposible cargarla durante los dos días que requería el llegar a Las Hornillas, que es el poblado más cercano.

Durante los días posteriores a la tragedia, hubo una gran tormenta de nieve y ni los helicópteros pudieron acercarse porque el cuerpo estaba bajo más de cuatro metros de nieve blanda en plena cordillera. Varias temporadas se intentó el rescate, pero fue imposible recuperar a Paty. Su cuerpo permaneció en las entrañas del Mercedario.