Peligros e importancia de la falta de contacto social en la salud cerebral
Las psicólogas Laura Noguera y Luciana Vita pasaron por Banda Ancha y señalaron que la falta de contacto social puede incrementar las posibilidades de sufrir Alzheimer.
En tiempos de pandemia, de encierro, de cuarentena para cuidarnos y cuidar al otro de un fuerte enemigo invisible, la humanidad tomó conciencia de la importancia que tiene el contacto social. En su visita a Banda Ancha, las psicólogas Luciana Vita y Laura Noguera señalaron que esta importancia se traduce a tal punto que es vital para la salud cerebral de los seres humanos.
Entendiendo de base que la persona es un ser sociable, Vita explicó que entre los factores que se han encontraron y estudiado se ubica el contacto social. En este sentido, la profesional indicó que estos factores son modificables y pueden determinar el envejecimiento, ya que no solo hacen buen la calidad de vida, sino que también determinan como la persona va a envejecer y previenen de enfermedades como el Alzheimer.
Además del sueño, la alimentación, la salud cerebral pone el acento en contacto social. Vita lo definió como 'una necesidad de mantearse socialmente activo'. Esto incluye varios aspectos como las relaciones con la familia, con amigos, la participación comunitaria en ámbitos deportivos, sociales, religiosos, así como también el mantenerse en contacto con otras personas en el trabajo.
El estudio de la relación que tiene la persona con cada grupo de personas o individuos en particulares, con el bienestar de la salud cerebral se fue estudiando, y en los últimos años llevó a conclusiones que tiene un gran impacto en el caso de que no haya contacto social.
Estudios masivos de talla internacional demostraron que se pueden reducir los nuevos casos de demencia hasta en un 46%, si la persona es sociable. ‘Hay casos en donde se comparó a viudos con quienes habían sido solteros toda su vida, y las diferencias son significativas', manifestó.
Por su parte, Noguera señaló que, a partir de estudios de la patología, observaron que hay personas que, al no tener tanto contacto con otras y otros grupos, tienen un 46% de riesgo de padecer demencia. 'Esto es interesante, porque incluso ese riesgo existía, a pesar de haber seguido los otros factores protectores. Incluso por encima de haber mantenido una víctima con ejercicios, con la buena alimentación', sostuvo
Por lo que el factor social tiene una relevancia fundamental. 'Los más interesante es que son factores totalmente abordables. Y en cuanto este abordaje que se han hecho, son los estudios que están faltando, ya que, si bien ahora se llevan a cabo muchos estudios relacionados a esta enfermedad, antes no era así', expresó.
Noguera contó que están haciendo evaluaciones a la comunidad, y que uno de los parámetros que toman son la participación activa. En el terreno de resultados, estos estudios demostraron que la participación de personas mayores de 60 años, en un seguimiento longitudinal, después de la participación en grupos, grupos de reflexión de debate, disminuyeron el riesgo de padecer demencia y que su volumen cerebral se había mantenido en volúmenes aceptables, sin disminuir.