Una tragedia, puede ser el final, o el principio de un nuevo comienzo. De esta manera nace la historia de Adrian, un joven lleno de sueños que prefirió pelear y remar contra la corriente, que soltar la toalla y abandonar sus metas.

A mediados del año 2013, el joven futbolista perdió su pierna en un accidente de tránsito. Al parecer, la vida había jugado sus cartas, y tenía escrito el resultado del partido de Adrian. Sin embargo, el no bajó los brazos, y decidió cantar retruco ante el desafío del destino.

En lugar de resignarse y dejar la lucha, Adrian insistió y logró convertirse en futbolista profesional. Actualmente, junto a un joven oriundo de Pocito, son los dos exponentes sanjuaninos en la Selección Nacional de Fútbol de Amputados, lugar desde donde logran ganarle por goleada a la discriminación, haciendo que la inclusión dé la vuelta olímpica en cualquier cancha.

Además, el habilidoso jugador no solo juega, sino que enseña a los chicos de su club. En sus clases, no solo se enseñan las habilidades necesarias para jugar a la pelota, sino que también se les enseñan técnicas para jugarle a la vida: “No discrimines a la persona que vos veas así. Nadie sabe la mochila que nosotros cargamos.” Es el mensaje que transmite el delantero dentro y fuera de la cancha.

Esta es la historia de Adrian, un “superhéroe sin capa” como el mismo se define. Un hombre que gambetea a la resignación, marea a la discriminación y le dedica un golazo de mitad de cancha a la verdadera inclusión.

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