Desde el pasado 10 de diciembre, la provincia de San Juan habilitó el ingreso de crianceros chilenos a los altos valles cordilleranos como parte de la temporada de Veranadas 2024-25. Este proceso, regulado por un acta acuerdo entre el gobierno sanjuanino y la región de Coquimbo, Chile, busca garantizar una actividad ancestral en armonía con la sostenibilidad ambiental.

Ezequiel Salomón, director de Conservación de la Secretaría de Ambiente de San Juan, explicó en diálogo con Cien por Hora  que las veranadas, práctica que tiene más de 150 años de historia, estarán habilitadas hasta el 20 de marzo de 2025. "Es una actividad ancestral que se realiza bajo condiciones controladas, ya que los crianceros ingresan al territorio argentino y, en especial, a la provincia de San Juan, donde el gobierno tiene la responsabilidad de efectuar los controles necesarios para garantizar la sostenibilidad ambiental", aseguró.

Comenzó la campaña de Veranadas en Calingasta, hay un tope de 57 mil cabezas de ganado caprino

Entre el 18 y el 23 de diciembre, un equipo técnico de la Secretaría de Ambiente llevó adelante la primera campaña de control en los altos valles de Calingasta. Estas tareas incluyeron la inspección de los pasos fronterizos habilitados y la evaluación de las condiciones ambientales en sitios como Altar La Pantanosa, Ramada de Gatica y Río Santa Cruz.

"En esta primera etapa hemos verificado la actividad de los crianceros que ya están subiendo hacia los valles y constatado que muchos aún están en trámite para ingresar. Hay tiempo hasta el 27 de diciembre para completar el registro de crianceros habilitados", comentó Salomón.

El convenio establece un máximo de 57.000 cabezas de ganado caprino y 1.600 de ganado equino, mular y asnar para esta temporada. Además, todos los animales deben contar con certificados de sanidad emitidos en Chile y validados en San Juan.

Cada criancero debe abonar un canon de 7 dólares por cada cabeza de ganado caprino y 30 dólares por los animales equinos, mulares o asnares. Estas tasas son gestionadas por el gobierno chileno y rendidas a San Juan dentro de los plazos estipulados.

En cuanto a las restricciones ambientales, Salomón destacó la prohibición de ingresar a áreas protegidas como Manantiales, donde los recursos naturales están siendo preservados. "Hasta tanto no tengamos un diagnóstico completo, no se permitirá la trashumancia en estas zonas", aclaró.

La Secretaría de Ambiente prevé realizar nuevas campañas de supervisión en enero y febrero, así como un operativo final al cierre de la temporada para evaluar el impacto de la actividad en los ecosistemas. Sin embargo, se enfrentan desafíos logísticos, como la mejora de caminos hacia zonas como Patos Norte, donde los accesos actualmente dificultan los controles.