Francisco Jurado, compartió su experiencia con el dengue en el año 2020, durante el inicio de la pandemia de COVID-19 en Argentina. "Fue en abril del 2020, justo en la fase 1 de la pandemia. En ese momento, presenté síntomas desconocidos que me llevaron a la internación", relató Jurado en Banda Ancha.

El joven describió los síntomas que experimentó como fiebre alta, dolor de cabeza insoportable y erupción en todo el cuerpo, particularmente en la zona de los ojos. "Lo que más me marcó fue la fiebre tan alta, que llegó a superar los 40 grados. Me sentía tan mal que llegué a desmayarme", recordó.

Jurado relató que, debido a la falta de conocimiento sobre el dengue en ese momento, tanto él como su familia pensaron que podía tratarse de COVID-19. "Recurrimos a la ambulancia, pero me dijeron que era raro y que debía hacerme un hisopado", mencionó.

El joven describió el dolor en los ojos como insoportable, comparándolo con la sensación de que "se te están saliendo los ojos". "No podía abrirlos sin sentir ardor, y al cerrarlos, sentía como si estuvieran saliendo de las órbitas. Era una experiencia muy dolorosa", explicó.

Además, Jurado destacó que tuvo que ser aislado durante diez días, lejos de su familia, debido al diagnóstico de dengue. "Estuve aislado en el Hospital Marcial Quiroga y pasé varios días en terapia común debido a un problema en la sangre que me causó la enfermedad", añadió.

Asimismo, mencionó que su madre también contrajo el dengue, aunque en su caso fue una versión más leve y con menor duración. "Mi mamá también estuvo afectada, pero su caso fue menos grave y pasó menos tiempo en aislamiento", dijo Jurado.

El joven explicó que, debido al dengue, sufrió erupciones cutáneas que causaban moretones, además de sangrados. "Por el mismo sangrado, tenías erupciones más grandes que te hacían moretones. Todo dependía del grado de la enfermedad en ese momento", relató. En cuanto al tratamiento, Jurado mencionó que en ese momento no existía uno específico para el dengue. "Lo único que tenía era un suero para evitar la deshidratación y medicamentos para controlar la fiebre, aunque esta era incontrolable", añadió.

El joven destacó la importancia de la vacuna contra el dengue y la esperanza que brinda para evitar futuros brotes. "En ese momento no había vacuna, pero ahora hay esperanza", comentó Jurado. Jurado hizo hincapié en la necesidad de protegerse contra el mosquito transmisor del dengue. "Siempre tengo miedo de una segunda picadura, ya que se puede manifestar de manera más grave. Por eso, me acostumbré a usar repelente todos los días", añadió

En cuanto a la vacunación, Jurado enfatizó la importancia de recibir las dosis correspondientes para prevenir la enfermedad. "Mi madre y yo nos vacunamos apenas supimos que estaba disponible. Consideramos que es la mejor manera de protegernos, especialmente porque el mosquito sigue evolucionando", explicó.

A pesar de las complicaciones, Jurado es optimista sobre su recuperación y la de su madre. "Hoy en día estamos bien. Realizamos controles médicos anuales para monitorear posibles desregulaciones en la sangre, pero estamos llevando una vida tranquila y tomando todas las precauciones necesarias", concluyó.