Hace seis años, los ibirapitá llegaron a San Juan como parte del proyecto de renovación de la Peatonal Rivadavia en 2018. Traídos de un vivero en Buenos Aires, los 70 ejemplares de esta especie se plantaron a lo largo de las dos cuadras de la peatonal, con la esperanza de ofrecer sombra y resistencia a las condiciones climáticas locales. Este martes, el equipo de Canal 13 San Juan recorrió la tradicional peatonal para conocer el estado de estos árboles que dejaron su marca en el paisaje urbano.

Al momento de su plantación, los ibirapitá medían cerca de cuatro metros y tenían unos cinco años de desarrollo, lo que se consideró clave para su rápido crecimiento. Además de ofrecer una copa frondosa en poco tiempo, los árboles de mayor tamaño ayudaban a prevenir el vandalismo y a garantizar una uniformidad en el crecimiento. Pese a esto, el móvil evidenció un  follaje más denso en los árboles cercanos a la Avenida Rioja, mientras que los ubicados hacia General Acha presentan una apariencia algo menos desarrollada.

En esos años, la decisión de reemplazar los antiguos árboles respondió a la falta de arraigo de las especies previas, cuyas raíces eran demasiado superficiales para prosperar adecuadamente. El ibirapitá fue seleccionado precisamente por sus cualidades ya que es una especie resistente al viento y no produce alergias, además de haber demostrado su fortaleza en la Ciudad de Buenos Aires, donde su rápido crecimiento no fue motivo de quiebre en sus ramas ni en el tronco.