Una enfermedad lo dejó 6 años sin hablar y se convirtió en pionero de la industria gamer
“A veces Dios te pone en lugares para comprender las cosas otras perspectivas”, dijo Jorge Godoy a Canal 13; un suceso inesperado cambió su vida para siempre.
“A veces Dios te pone en lugares para comprender las cosas desde otras perspectivas”, dijo Jorge Godoy a Canal 13. Una enfermedad cambió su vida para siempre de forma inesperada, seis años sin poder hablar lo empujaron a replantearse su vida, y en un nuevo proceso de reevaluación encontró en el desarrollo de videojuegos, una salida a esta difícil situación.
“Yo venía de la música, fui al polivalente de arte, hice teatro donde encontré la escenografía y empecé a hacer carruseles para la Fiesta del Sol y los carnavales de Chimbas”, aludió a este medio. De repente su voz se empezó a apagar por un cáncer de tiroides que los dejó muy cerca de la muerte, “casi me fui de esta vida, estuve muy grave casi 10 horas en el quirófano”, en esta intervención quirúrgica le “tocaron” las cuerdas vocales, lo que significó un golpe duro para él.
Es por eso que debió alejarse de los carruseles ya que le recomendaron dejar de trabajar con soldaduras y con telgopor por que se corta con calor. “Encontré el videojuego que traía todo, el arte visual, la música, el teatro, la cinemática, el guión. Era hacer cine pero con una sola computadora al frente, dije: ¡extraordinario mundo!”, expresó.
Fue así que comenzó a formase y capacitarse en forma autodidacta y a armar un “grupo de locos” para crear la Asociación de Desarrolladores Emergentes de Videojuegos de San Juan (ADEV) junto a Alejandro Miranda, Gustavo Ahumada, Juan Riveros y Martín Elizondo que se sumó después.
Con el apoyo del Ministerio de Producción pudieron conseguir un lugar y equipamiento y no los detuvo ni la pandemia para crear nuevos mundos con chicos que se acercaron.
En muy poco tiempo tuvieron logros increíbles, desarrollando diferentes juegos que han llegado hasta Ucrania, premios y participaciones internacionales, además de la creación de simuladores y apps educativas y saludables, entre otras cosas.
“Fue muy difícil, yo me sentía un león sin garras. Perseguir el objetivo o las metas no es el éxito, si no, cómo es el transcurso, cómo uno camina hacia esa meta. Disfrutar del momento me dio la fuerza para comprender la vida de otra manera”, finalizó.