(Ciudad.com) "Ahora que lo conozco, veo que Fabián (Doman) es un buen padre, un tipo divertido, buen mozo, no es el señor acartonado del noticiero… ¿Si aceptaría una salida con él si estuviera solo? ¡¿Por qué no?!".

Entre los participantes de Viviendo con las estrellas, las mujeres son las que mejor se están desenvolviendo en el reality, y Anabel Schafer quiere consagrarse. Rival natural y declarada de Annalisa Santi, la cronista que convive con Fabián Doman y su mujer Carolina Nuin disparó contra la voluptuosa italiana. Y con la producción de fotos exclusiva para Ciudad.com, demostró que también tiene su arma de seducción.

-¿Cómo te llevás con Carolina, la novia de Fabián?

-En un principio ella era reacia a que yo fuera la notera de Fabián, a que entrara en la casa. Nos habilitó, pero como estoy vestida con poca ropa, le molestaba y me sugirió que me vista más recatada. En Punta del Este arrancó distante, mucho no le gustaba mi presencia. Aunque con el correr de los días, al compartir las actividades fue aflojando. Ella es una mina muy segura igual, es empresaria, una mujer muy fina. Sobre todo, Carolina es una mina muy comprensiva que tiene los pies sobre la tierra, laburadora.

-Si Doman estuviera soltero, ¿le aceptarías una salida?

-Antes, cuando no lo conocía, no me llamaba la atención. De hecho no lo conocía porque no miraba los noticieros. Lo conocí a través de su separación y recién ahí muchos nos enteramos quién era el ex marido de Evelyn von Brocke. Ella sí que solía expresarse mucho en televisión y darnos con un caño a las mujeres que salimos con poca ropa, y ella ahora hace lo mismo. Pero ahora que lo conozco, veo que es un buen padre, un tipo divertido, buen mozo, no es el señor acartonado del noticiero… así que, ¡¿por qué no?! Al conocerlo en la intimidad, me doy cuenta que es ocurrente. Fabián y Carolina están tan enamorados que, al ver cómo se llevan y se tratan, es muy lindo y a uno le dan ganas de ponerse de novio.

"¡Estoy solísima y con ganas de encontrar al amor! Quiero un novio, a ver si por favor Ciudad.com me consigue uno, ja, ja".

-¿Cuál es tu estado actual?

-¡Solísima y con ganas de encontrar al amor! Quiero un novio, a ver si por favor Ciudad.com me consigue un novio, ja, ja. La verdad es que vengo bastante para atrás. O sea, hace un año que no estoy de novia, aunque siempre algo por ahí hay. Pero con este programa no hay tiempo para nada. El otro día estaba re cansada, por ir a dormir, cuando veo que estaban pasando el partido de Nadal contra Dimitrov por el Abierto de Australia. Me quería morir, me lo perdí. ¡Quiero una distracción en mi vida!

-¿Saliste con famosos? Decí la verdad, que Doman ya tiró algunas pistas…

-Tuve un romance fugaz el año pasado con el Dipi, el cantante de cumbia. Es el romance que se me conoció. Sí es verdad que Pablo Mouche me saludó vía Twitter, pero yo no le contesté porque no me sigue y no pasó nada. La única vez que lo vi en mi vida fue una noche que estaba con amigas luchando por entrar a un boliche, él estaba con Vitto Saravia, y después de hablar con los públicas logré que todos entráramos. A mí me gusta el fútbol, pero no los futbolistas, siempre alguno te agrega al WhatsApp y se tira el lance… (hace un silencio). Bueno, la realidad es que algún botín me comí, ja, ja... Pero no quiero darles entidad ni necesitan fama.

"Annalisa se cree la estrella del programa, hasta más que Vicky Xipolitakis. Es difícil de digerir porque por momentos te dice gorda, fea, pobre, porque ella nació en Roma... Es muy discriminadora, agrede constantemente, uno tiene la predisposición a reírse por el show, pero no cae bien. Yo soy humilde, ella te echa en cara que nació en Roma, ojalá vuelva a sus orígenes y regrese a Italia".

-¿Qué posición en la cancha te gusta más?

-Me gustan los delanteros, si son goleadores, mejor. Ojo, soy socia de Banfield, voy a la cancha y todo, pero nunca saldría con un futbolista, porque no quiero mezclar los sentimientos. Bajo ningún punto de vista, porque los jugadores después se van a Europa y yo voy a seguir en Banfield.

-Como fanática de Banfield, ¿también ibas provocativa a la cancha? ¿Te ilusiona la vuelta de Walter Erviti para volver a Primera?

-Yo vivía adentro del club y siempre me trataron bien porque iba a la cancha con mi familia. Yo iba vestida normal, con la remera de Banfield. Aunque una mujer siempre llama la atención en una tribuna. Lo bueno es que me conocen desde chiquita y ya está. La verdad es que desde que estoy con el programa, no tengo tiempo para nada, me entero todo por Twitter. Le iba a preguntar a mi hermana en qué quedó el pase de Erviti. Ojalá que salgan campeones, quizá hasta haría un topless para festejarlo, pero yo además quiero volver a dar la vuelta en Primera, eh.

-¿Qué hacías de tu vida antes de ser la cronista de Doman?

-Estuve de reemplazo como azafata de A todo o nada y tuve participaciones en Duro de Domar y TVR. También hice una escena hot en Condicionados, me tocó hacer un striptease y además participé de Quién quiere casarse con mi hijo, el reality de Catherine Fulop, y encontré el amor ahí, ¡fui una de las ganadoras! Me quedé con Nacho, su mamá era Máxima, una mujer rubia mala. Con Nacho estuvimos un tiempo después de terminado el programa, pero él era de San Isidro, yo de Banfield, estábamos muy lejos. No nos veíamos mucho y él se fue de vacaciones a Centroamérica, yo a Mar del Plata, y nos desencontramos. Igual tenemos buena relación, incluso con su mamá.

"Creo que aparte de tener lindo cuerpo, yo sí se hablar y soy simpática. Me adapto a todas las situaciones y soy un gran remadora. Muestro que soy fresca y que no actúo ante la cámara. Vine acá a aprender, no a hacerme la canchera".

-¿Qué pensás de Annalisa Santi?

-Ella arrancó con un perfil muy alto, creyéndose la estrella del programa, hasta más que Vicky Xipolitakis. Es difícil de digerir porque por momentos ella te dice gorda, fea, pobre, porque ella nació en Roma... Es muy discriminadora, hace agresiones constantes, uno tiene la predisposición a reírse por el show, pero no cae bien. Con algunas cosas se puede jorobar, hay tensión cuando ella agrede como si fuera no sé quién. Me parece que viene a mostrar el lomo y hacer quilombo, y si bien yo también muestro, quiero aprender. Yo quiero demostrar que sé hablar, que me gusta la profesión, que puedo mantener una conversación coherente. Yo soy humilde, ella te echa en cara que nació en Roma, ojalá vuelva a sus orígenes y regrese a Italia, ja, ja.

-Para vos: ¿Annalisa es o se hace?

-Yo creo que es la más viva de todas, que de tonta no tiene un pelo. Nunca tuve problemas personales con ella, pero no saluda a nadie cuando llega al estudio y mira mal a todos en actitud de falsa diva. Me parece linda y todo, pero no es para compararla con Jelinek porque Karina es infinitamente más linda y tiene un carisma increíble. Me cuestionó cómo conseguí salir en revista Caras, pero fue el fotógrafo el que me consultó si quería posar y no tenía idea que me iban a dar tantas páginas y llevar a la portada. ¿Ella qué hace para salir en los medios? Con ese comentario, Annalisa demostró que me envidia. A mí jamás me hicieron propuestas indecentes, todo lo que hice fue con esfuerzo. Aunque debería rever mi actitud y tal vez empezar a aceptar los regalos que me hagan, siempre y cuando no impliquen una contrapartida.

"Tuve un romance fugaz con el Dipi, el cantante de cumbia. ¿Futbolistas? Siempre alguno te agrega al WhatsApp y se tira el lance… Algún botín me comí, ja, ja, pero no quiero darles entidad ni necesitan fama".

-¿Cómo ves a Daniela, la notera que hizo llorar a Marcela Tauro?

-Ella es una mina muy seria, ya trabajó en el medio, es súper profesional. Sabe manejar los tiempos, igualmente a veces hay que ponerle más onda.

-Entonces, ¿cuál es tu carta ganadora en Viviendo con las estrellas?

-Creo que aparte de tener lindo cuerpo, yo sí se hablar y soy simpática. Muestro que soy fresca en cámara y que no actúo ante la cámara, me gusta cómo me veo. Sólo me operé las lolas y no pienso volver a pasar por el quirófano, a menos que se me derrumbe el cuerpo. Me adapto a todas las situaciones y soy una gran remadora por sobre todas las cosas. Vine acá a aprender, no a hacerme la canchera.