"Atendemos igual, la misma cantidad de gente, los mismos clientes, no nos ha afectado mucho", dijo una vendedora ambulante de la Terminal de Ómnibus a Canal 13, tras la clausura de la confitería con orden judicial por el estado de abandono en que había caído.

También le retiraron la concesión al empresario que manejaba el espacio. Por estos días, Tránsito y Transporte busca remozar toda la Terminal, incluído ese café-bar-restorán, y entregarlo ya no a una sola firma privada sino a varias para abrir la oferta a los turistas.

Entre los vendedores ambulantes llamó la atención la clausura de la confitería. "Generalmente la gente busca agua caliente y no hay dónde comprar", dijo una mujer que trabaja vendiendo sus artículos.

En tanto, un señor que vende comida y bebidas al paso, aseguró: "A mí no tanto porque yo laburo con la gente que va de paso en los colectivos".

"No sé por qué lo clausuraron a la confitería. A mí siempre me atendieron bien", concluyó.