"Salgo fumando cigarro marihuana de la casa de mi padre. Estaba mi compañero Maximiliano (Aguilera) en la plaza. Tomaban vino y tenían cuchillo carnicero blanco. Le eché pastilla al vino blanco. Se terminó el vino. Le dije que fueran a comprar más. Iván (Fuentes, la víctima) me dijo que fuera yo. Y me asentó una cachetada. Corrimos hacia la ruta. Le aseste unas puñaladas. Como le salía mucha sangre me dio mucho miedo. Me asuste y corrí. Le dije a mi compañero que nos fuéramos. Guarde el cuchillo en la gaveta de la moto (de la víctima). Nos encontramos con la Policia. Nos chocó. Corrimos. Vimos otra moto en una casa, la hiciemos arrancar y nos fuimos. Era la primera vez que veo a Iván. El cuchillo era para cortar el hielo. Como le salía mucha sangre me dio mucho miedo".

Esa confesión del crimen de Iván Fuentes (35) es la que hizo este jueves en la mañana Ramón Ismael Milla Videla ante el tribunal de la Sala Segunda de la Cámara Penal. Junto a su amigo Carlos Maximiliano Aguilera, son juzgados por un delito que les puede costar la prisión perpétua: homicidio agravado por el uso de arma, homicidio criminis causa y robo simple. La versión oficial es que las víctimas son Iván Fuentes, a quien le robaron la primera moto. Y la segunda víctima es Natalia Rodríguez, a quien le robaron la segunda moto tras haber sido derribados por la Policía. La acusación fiscal difiere de la confesión hecha este jueves. Dice que Milla y Aguilera le robaron la moto a Iván Fuentes, que lo persiguieron y lo atacaron para que no los denunciara.

Luego, Milla le asestó los cuchillazos fatales, que la Policía los atrapó cuando huían y, tras ser chocados, robaron una segunda moto para volver a intentar la fuga. Ambas confesiones se produjeron a pedido de los imputados, quienes pidieron a través de sus abogados Leonardo Villalba (por Aguilera) y Jorge Olivera Legleu (por Milla), una ampliación de la declaración indagatoria. Después de Milla, sin haber estado presente cuando éste declaró, también confesó Carlos Maximiliano Aguilera: "Milla y yo estábamos tomando vino y faso. Milla nos pide que compremos más. Iván le pega una cachetada. A Iván Fuentes lo vi dos veces. Yo estaba muy perdido, estaba muy drogado, no recuerdo ni cómo iba a vestido".

(Fuente: Tiempo de San Juan).