Hugo Vinzio es un nombre histórico en el mundo del arte plático. En plena actividad artística, pasó por Benditos Artistas Nuestros para someterse ante las preguntas de David Gardiol. Él, como artista todo terreno esta vez se puso el traje de entrevistador. Disfrutá de la entrevista completa

David Gardiol: -¿Cómo te presentaríamos a Hugo Vincio a un milenials, a un centenial que hoy todavía no miró para arriba, ¿Cómo le decimos quién es Hugo Vinzio?

Hugo Vinzio: - Mira, ¿vos sabes que a mí me ha pasado? Sí, lo he pasado hace poco, cuando estuve en la universidad con gente muy joven, de hecho soy padre, así que he vivido toda la etapa de esta experiencia. Y a veces me es más fácil manejarme con la presentación de una imagen de mis trabajos, porque ahí se conectan mejor las cosa. 


DG: - ¿O sea que no les contan nada?, les mostras tu obra 

Sí, les muestro algunas cosas en mi laburo y ahí empieza un poco la conexión. Muy interesante es el fenómeno. Porque el arte tiene esa seducción, o sea, como que te desmaterializamos y empieza a aparecer otra cosa. Y hay una conexión, hay un elemento, hay un lenguaje que se conecta con el otro. Y a veces funciona mejor que si yo me pongo a explicar que hago, a que me dedico, quién soy, que eso abre otras puerta, se relaja la cosa. Y a veces me pasa que me doy cuenta de que hay muchos, no digo todo, pero hay muchos que están adentro de un porongo, que están muy encapsulados. Ni si quieren su propio mundo, a mí me cuesta entenderme a veces, porque están muy encapsulados. 

DG: - Hablas de artistas


HV: - No, no, no. La gente, los ves en los jóvenes. No te dirían ni siquiera hermeticos, pero es una interpretación. Es la experiencia que me toca a mí, pero me ha pasado. 


DG: - Bueno, pues es un ejemplo de, bueno, a ver, de antes de la mano quién no lo conoce a Hugo Vinzio, pero bueno, como artista plástico, a través de todos los espacios que tiene la cultura, la sociedad, para manifestarte, para que la gente te pueda ver, pueda ver la obra tuya. ¿Cómo nace esas ganas de ser artista? ¿De dónde viene el impulso de ser artista? 


HV: - Vos te refieres allá al principio de ese tiempo. Yo creo que en el fondo se lo debo a mi padre a mi padre, yo vine al mundo y vi pinceles, y vi cerámica y vi arte. Mi viejo nunca fue uno de esos que te decían que tenés a ser. No, no. Me dejó libre, de hecho yo con mi hijo, hice exactamente lo mismo. De que que fueran, si les interesaba esto, y yo fui torciendo un poco, porque en realidad mi objetivo primario era la arquitectura, me hubiese gustado, quería hacer arquitectura. Hasta que un día, en la facultad de arquitectura haciendo un trabajo, un profesor muy gracioso que venía de Buenos Aires en esa época, yo había hecho una casa, muy de diseño, y el tipo me dijo '¿cómo no se ve cuánto vale una bolsa portland?'. Ahí me di cuenta que no era lo mio, y bueno, me fui al Departamento de Artes Plástica, empezar una carrera. Y bueno, yo ya venía, venía a torcido . 

DG: - ¿No era para estudiar derecho? 


HV: - No, no, no, no, no. Y bueno, así fue mi historia, yo siempre para esto hago un cuentito así que dicen que, 'había una fiesta de cero, había un montón de cero que se van a una fiesta. Ahí estaba los tipos tomando trago y charlando y de pronto se abre la puerta y aparece un ocho. El organizador de la fiesta, le dice que se tiene que retirar con todo el respeto, de la fiesta porque es una fiesta de ceros. Entonces el tipo le dice, yo soy un cero, lo que pasa que me apreté mucho el cinturón'.  Y yo creo que el arte pasa un poco por ahí, de una cosa que parece 'que', pero después no es, es otra cosa y eso me costó mucho tiempo entenderlo, después de lecturas, de golpes, de fracasos, muchísimo fracasos, tuve por suerte, como te digo, la asistencia de mi padre con el que me ayudó mucho, mi viejo siempre fue conmigo un gran crítico, un tipo que me sacaba bastante la leche en el sentido de no justificaba porque yo era el hijo, al contrario, y yo le creía mucho porque no tenía interés creado, el problema en el arte vos sabes muy bien que hay un montón de críticos y de cosas que te señalan, y que intereses creados. 

DG: - que te pueden bendecir como que te pueden… 

HV: - Claro, por esas cosas de que no, que no importa, entonces yo creo que y de a partir de ahí mi viejo me enseñó dos o tres cosas que para mí han sido banderas hasta hoy.  Una cosa que me dijo una vez, 'mira el día que vos te enamores de lo que haces empieza tu decadencia, cuando vos veas que una obra de arte tuya, y decÍs oh que lindo esto, listo, ahí empezó la muerte, la muerte artística, ¿no?'. El trabajo, constancia, laburo, mucho laburo, mucho trabajo, mucho trabajo y yo creo que esas cosas son las que me formaron. Si después la gente cree que hice algo bueno allá ellos, pero esa ha sido un poco mi intención, mi impulso y es cierto, yo creo que el primer crítico de uno tiene ser uno, uno tiene que desechar, tiene que quemar y fundamentalmente tratar, de como te diría, de que siempre buscar uno nuevo, que te refresque. Mira hay una hermosa frase de Mark Twain que dice cuando uno, quiere alegrar a alguien, empezá por alegrarte a vos mismo, a mí me parece que es por ahí y bueno en eso estoy. 

DG: - Y ¿qué es lo que te enamora ahora del arte? Porque justamente es lo que estás diciendo, que te está motivando. 


En este momento pasé por hace poco por una cuestión de salud importante que me hizo, me dio vuelta a la cabeza, yo venía bien, trabajaba intensamente y como te digo eso a mí me empezó a hacer sentir que el tiempo es muy valioso, es muy valioso. Entonces estoy como una especie de decir ya no tengo por qué explicarle nada a nadie en el sentido artístico de la palabra, no tengo por qué darles explicaciones de lo que quiero hacer. Y esa situación que me llevaba un tiempo porque pasé por una etapa bastante desinflada te diría, de pronto algo que se ve que ha estado trabajando internamente me ha empezado a generar nuevamente una entusiasmo muy grande, por esto que yo te decía recién en el cuentito de este de los cero y he llegado a una cosa que se llama 'serendipia'.

DG: - Me suena en la palabra. Definila porque no la tengo. 


HV: - Sí, es una acción que al artísta le pasa todo el tiempo, o sea esto es una manera que explica muchas veces los actos de creativo, o sea los actos de creación, que es algo que vos estás buscando, que es por casualidad te da otra cosa. ¿Está bien? 

DG: - Como cuando estaban queriendo fabricar un inodoro y le salió mal y así salió el videt, ¿es una serendipia?.


HV: - Sí, una serendipia muy de la época es el famoso viagra. El viagra es un remedio que se estaba buscando para el corazón y después se dieron cuenta que era de la cintura para abajo. Eso es una serendipia y en el artístico se da todo el tiempo, uno está sentado frente a una mancha o a un movimiento o a un color o a una forma o a una idea, que de pronto ves esa idea por casualidad o por accidente te genera otra cosa y ahí empezas a encontrar una punta. Eso es lo que me ha pasado a mí, estoy trabajando en dar la importancia a eso, ¿viste? Porque antes uno la descartaba. No es lo que estoy buscando, pero lo que está buscando es que está apareciendo a algo. Entonces, ¿qué se ha producido? Yo estoy siendo muy finito, no quiero aburrir con esto, pero la idea me interesa, mucho la desmaterialización del objeto plástico. No tan cargado, tan intenso, ir simplificando, tratando que aquella famosa premisa de los años 70, que decía con lo menos, hay que decir más. 


DG: - La economía, también te acompaña, obviamente. Siempre tratando de crear más con menos plata ja


HV: - Sí, exactamente, pero no, no, esto es una cuestión interna. Uno está tan cargado de cosas, está tan lleno de información, porque yo soy de más un tipo normal, lector, y me interesa el cine, y me interesa de la música me interesa todo. Y eso hace que muchas veces te cargues de mucha cosa, ¿verdad?. Y veo que están haciendo los artistas ahora , y tengo discusiones interna con el tema de la arte digital

DG: - en FT, ¿y todo ese tema? 


HV: - No, eso todavía no me interesa, pero quiero decir, pues en definitiva. Yo no me asusto con estas cosas al contrario, creo que son interesantes y positivos, por ejemplo, te voy a llevar a tu campo, me voy a meter en este andarivel, pero finalmente, vos sabes muy bien que una mano haciendo una sombra, en una pared, es un universo. Y podes enriquecerlo, esto es lo mismo, decir, tengo el dedo, me lo ensucié con un carbono, con un poco de barro, y hago un dibujo en la arena. Es el mismo acto, la misma emoción, la misma cosa, que tuvo el hombre primario, que se levantó un día en dos patas. Entonces, a mí la tecnología nunca me asustó al contrario, me ha desconfigurado. 

DG - ¿Pues estás esperando las autos voladores? 

HV: - No, ¿vamos a ver que a mí me pasó en los años 70, yo estuve mucho tiempo trabajando en audiovisuales, en cine, yo hacía escenografía, yo fui coreógrafo, fue Juan Carlos Abraham durante mucho tiempo y le hice, hacíamos escenografía virtual, con películas, con diapositivas. Un día estaba en lo mejor de la cosa, había invertido mucho dinero en equipo y en cosas, y de pronto saltamos al VHS, yo no sé qué era, no sé qué, y todo esta tecnología que me quedó esa desactualizada. Y ahí me di cuenta que el único que se podía seguir actualizando era yo con un lápiz, ese no iba a ser derrotado nunca en la época. Así que bueno, estamos en eso y estoy preparando una muestra ahora para septiembre. 

DG: - O sea, has venido cíclicamente una vez al año o más o menos ciclos así, mostrando trabajos a la comunidad.


HV: - Sí, exactamente. Aparte de los laburos por encargo, esa cosa que hago que me piden todo el tiempo. 


DG: - ¿Y qué se viene? ¿Qué Vinzio? 

HV: - Se va a llamar "Serendipia". 

DG: - ¿Sí, ya tienen un adelanto? 


HV: - Sí, sí, te da una primicia, en septiembre. Voy a hacer una cosa que hace mucho que quiero hacer. Voy a mostrar lo último, que estoy produciendo, pero voy a hacer un viaje al pasado de mi propio laburo porque yo fui guardando obra de mis cosas. Entonces, voy a contarla la gente un poco para atrás, mostrar esculturas, mostrar pinturas, mostrar cosas del pasado y fundamentalmente mostrar lo que estoy haciendo ahora. Y bueno, y como dice la publicidad 'de ahora, y algo más'. 


DG: - Me da curiosidad, la gente no sabe, pero Hugo tiene un taller en Zonda. No voy a dar ubicación, pero me encantaria que contaras cómo es el espacio donde vos trabajas cotidianamente. 


HV: - Bueno, estoy viviendo ya en Zonda y un día hablando con mi hijo que es un arquitecto, le digo, me gustaría algún día tener un taller, un taller pensado para mi laburo porque mi trabajo es bastante multiplicativo, por ahí estoy haciendo escultura, por ahí estoy pintando, por esto dibujando, leyendo. Y me gustaría hacer algo diferente. Entonces, él se entuciasmó mucho con el proyecto. Me lo diseñó de acuerdo como él me conocía bien en cuanto a las necesidades de movimiento, me hizo un taller que estoy tremendamente feliz porque yo he padecido las falta de espacio. Yo he llegado a trabajar a veces hasta la intemperie. Después, me fui haciendo mis cosas, mis talleres. Pero al final de mi vida, digo yo, supongo que será lo último de esta vida material, estoy en un estadio, en un estadio mejor dicho fantástico, maravilloso porque tengo, a veces, uno simplifica tanto la cosa pero, en hecho de saber que dejo un pincel en un lugar y los vengo a buscar dentro de tres días y está ahí, ya es un milagro para un artista maravilloso, amén del lugar donde está el taller y después de lo que ha hecho este chico porque ha trabajado, está hecho con una estructura de plóquia, una estructura semi-industrial, pero todo el techo el interior es de duelas, duelas de guajil, duelas que se ocupan para darle sabor a la madera al vino y eso después cuando se saturan, se desechan y ya he la utilizado como una especie de cielo raso, una estructura y si no ha ido porque no ha querido mi 


DG: - Yo no estoy poniendo reclamo
 

HV: - pero me ha sonado jajajaja. Así que estoy muy bien, estoy muy bien trabajando ahí. Pero este tema de la pandemia es el que nos ha complicado la vida todo, hasta que uno vuelve a entrar un poco en el ritmo, pero tengo ganas de hacer las pequeñas exposiciones. Es interesante. Y va a ser un paseo muy rico porque ir a Zonda, ya a salirse de la ciudad y si es un espacio especial. Todas esas historias con los diques que la gente se está moviendo y estoy seducido a eso. Me parece que vamos a hacer todos los domingos, ya con el tema de las redes no es problema, uno comunica la cosa rápidamente. Vamos a hacer pequeñas exposiciones, inclusive para que la gente conozca el taller y vea la obra y conversemos. Vamos a hacer una cosa. 

DG: - A mí me gustaría que le dijeras a la gente también, donde hay trabajos tuyos en la vía pública, porque yo creo que es una parte del paisaje sanjuanino, el arte de Hugo Vinzio, en edificios por ejemplo. 

HV: - Sí, bueno tengo mucha obra en la calle. 

DG: - Eso no es lo más común de la artista que esté en la calle, que sea fácil de ver por cualquiera. 

HV: - Sí, bueno el último trabajo que está fácil de ver y estoy muy contento de disfrutar todo de lo que pasa. tiene una cosa muy particular en ese trabajo, que ya te lo voy a contar. está en la entrada del edificio Vanguardia, está en la calle 25 de Mayo pasando Salta. Bueno, ese trabajo para mí es muy particular porque ahí ya hay un cambio formal. Hay una... como te podría decir, hay una modificación de la plástica de lo que venía haciendo. Y es una curiosidad porque es un homenaje. Yo busqué un elemento que fuera de San Juan, pero que te dice que ve con la vanguardia del pasado. Yo pensé, me ubique, se me ocurrió, digo en el pasado tiene que haber habido alguna cosa vanguardista. Y en 1912 llegó por primera vez un avión. Lo que fue una cosa extraordinaria. La nave venía de Mendoza. Y aterrizó en lo que después, con el paso de los años, iba a ser el Parque de Mayo. Había un descapado. Y fue tan tan sensacional la historia, que fue tan tan conmoccionante esto, que el avión se quedó unos días por acá. Entonces llevaba los niños de las escuelas a ver un pasar, el pájaro de acero. E inclusive, la gente de la sociedad, la high-line, organizaba Té en laa terrazas de la casa, para ver pasar este prodigio de la tecnología, que era este avión, que era madera y tela. Me resultó tan maravilloso. Para el conocimiento de la gente que es muy lindo, la hélice de ese avión, está en la casa de Sarmiento. 

DG: - Cómo cierra todo 


HV: - Porque yo siempre me pregunté, está bien que Sarmiento era un tipo muy avanzado, ¿pero que tenía que ver una hélice en la casa de Sarmiento? . Mira, que hubiera hecho el avión, no creo. ¿Por qué fue a parar ahí? No tengo una historia. Eso para otra, nota. Así que bueno, esas cosas me generan mucha alegría, mucha emoción, porque a mí me gusta la historia, la nuestra relato y me gusta los cuentos. Y de hecho, publiqué, hace poco un libro de cuentos, y estoy trabajando en el segundo libro. Así que bueno, David, en esa ensalada rusa. Eso soy yo.