El caso generó conmoción una vez trascendida la noticia. A pocas horas de nacer, Liam Guevara tuvo que ser internado en una incubadora porque las enfermeras afirmaron que registraba altos niveles de bilirrubina. Horas después, personal de centro de salud advirtieron que la incubadora tenía un desperfecto por lo que tuvieron la insólita idea de calentarla con un secador de pelo, generando un grave daño al bebé en una de sus manos. Por el hecho, el pequeño sufrió la amputación de tres de sus dedos 

Han pasado dos año y aún no hay definiciones claras a nivel judicial y la familia de Liam reavivó su pedido de justicia este miércoles en Crónicas Policiales. 

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