Autores argentinos que dejan su sello en la impronta histórica, con toques de feminismo hay pocos, y una de las ponderadoras de ello es Ana Coarasa,  quien es la autora "Lo que se ignora". Se trata de su tercera novela. En este caso, nos transporta a la Argentina de los años 50.

Con un texto plasmado de argentinidad, la escritora nos da a conocer la historia de Esmeralda, una joven que después de sufrir maltratos y abusos, intenta recomponer su vida y para eso, abandona su pueblo para instalarse en la ciudad de Campana. Sin embargo, su suerte la llevará a toparse con personas de todo tipo. Desde delincuentes comunes hasta gente muy peligrosa. Se adentra en el mundo de la prostitución, el juego ilegal y las drogas.  Este libro, recorre las esferas de la alta sociedad porteña y los conflictos políticos de la época.

Entrevista con Ana Coarasa

Ponderas a la mujer en tu historia, ¿es parte de lo querés transmitir?

Yo creo que las mujeres somos seres fuertes, con una enorme capacidad de adaptación y resistencia. Tenemos la habilidad de poder realizar varias tareas al mismo tiempo, sin desatender a la familia, el trabajo y nuestros deseos. En esta historia quise contar las vivencias de una mujer en particular, alguien a quien conocí y de quien pude rescatar muchísimos rasgos para mi Esmeralda. Si bien no es una biografía, guarda cierta similitud con hechos que realmente ocurrieron, lo que la hace más maravillosa aún. Saber que existe una mujer con las características de Esmeralda, su valentía y tenacidad, su ímpetu y deseos de superación y, sobre todo, su fortaleza y poder de recuperación, nos impulsa a creer que todas podemos ser ella.

¿Por qué tomas a la resiliencia como tema?

Porque, particularmente en esa época, pero incluso hoy en día, las mujeres vivían sometidas a las decisiones masculinas y ella, mi Esmeralda, nos demuestra que, a pesar de los malos tragos que debe atravesar, podemos recuperarnos y salir adelante. Si no tuviéramos esa virtud, sería muy difícil plantarnos en una pelea desigual con el género opuesto. Pensemos que la novela transcurre en 1950 y, aunque ya habíamos adquirido el derecho al voto, muy pocas elegían por sí solas a quién votar. Por lo general seguían las órdenes o elecciones que les eran indicadas por los hombres de sus familias. Esmeralda es una mujer resiliente por las decisiones que tuvo que tomar, muchas de ellas, producto de su rebeldía.

¿Qué tiene Esmeralda de vos ?

De mí, muy poco. Había momentos durante de la escritura donde me enojaba mucho con sus decisiones. Me pasa que cuando cuento una historia, puedo ponerme en la piel del personaje y eso me permite sentir lo que siente: el miedo, el dolor, el placer… pero es lo único que compartimos. El resto, casi todo, éramos muy distintas. Por eso me gustó mucho contarla e indagar caminos que de otra manera no hubiera transitado.

¿Por qué creaste una novela histórica y no otro género?

Esta es mi segunda novela histórica y, luego de haber desarrollado una contemporánea, me di cuenta que me sentía más a gusto con este género. De todas formas, la historia surgió a partir del relato de una mujer de 76 años, por lo que eso me condicionaba mucho en el período que debía narrarla. Quería respetar los aspectos fundamentales de lo vivido por ella y ese era un punto demasiado importante.

¿Debiste investigar mucho para crear ‘lo que se Ignora ‘?

Siempre hay que investigar para contar una historia, es la mejor manera de hacerla más creíble, más próxima al lector. En las novelas de este tipo uno tiene que estudiar hechos y sucesos históricos para poder insertar el relato en la cotidianidad de una época. Necesitás averiguar modismos, costumbres, hasta el nombre de una calle lleva tiempo de investigación, porque en la actualidad puede llamarse de otra forma y no sería ético, para mí, desinformar al lector.

Para “lo que se ignora” no sólo tuve que leer diarios antiguos, libros de ese período y buscar en archivos de fotos, sino que también tuve conversaciones con muchas personas adultas que vivieron en esa época y me pudieron dar su visión, lo cual resultó más enriquecedor aún. A partir de todo lo oído, accedí a datos tan inéditos e insólitos que valían la pena contarlos.

Mensaje de Ana para sus lectores: En esta novela van a descubrir una historia fascinante, dura y hasta cruel por momentos, pero que interpela al lector y lo invita a maravillarse con la fortaleza que puede presentar una persona cuando todo parece estar perdido.