Mariano Exequiel Moreno, también conocido como Waco Moreno, es una nueva figura del arte y la filosofía en San Juan. A sus 31 años, se encuentra estudiando Profesorado en Filosofía y cree que podrá recibirse este año, ya que solo le faltan dos materias por rendir. Este joven de Capital ha lanzado su libro, que considera "cortito pero intenso". Además de ser reconocido en la provincia por su música, otra de sus pasiones está alineada con su carrera universitaria.

De acuerdo con lo que expresó en Diario 13, su primero escrito, "es una especie de ensayo filosófico, pero sin citado APA. La noción central o la problemática: una teoría ética y una pedagogía muy interdisciplinas, pero al ser filosofía aparecen temáticas siempre de la filosofía general: metafísica,  epistemología, gnoseología, filosofía política", expresó. Además mencionó que "la novedad pedagógica sería narrar, como alegoría de la teoría, dentro del universo de Dragón Ball Z.  para "concretar" toda la especulación".

Esta obra consta de 23 paginas y el lanzamiento es en formato digital, ya que es independiente. "Esta inscripto en DNDA y en ISBN, con Creative Commons, Termine siendo yo el editor", aludió. En la misma línea informó que esto será la base de su tesis de profesorado ya que hizo las practicas pero le falta la etapa culmine. 

Al interrogarlo sobre la razón por la que pondera a  Dragón Ball, apuntó: "justamente Dragon Ball tiene, según mi visión, mi vivencia, mi digestión particular, cosas muy propias de la animalidad. Por lo cual se prestaba para hacer ciertos conceptos nietzscheanos, foucaultianos, freudianos, aristotélicos, y de la filosofía política como Schmitt, Lefort y todos aquellos que retoman una analítica contemporánea crítica a la modernidad occidental".  A este sanjuanino, claramente,  los filósofos que guían su pensamiento crítico son: Nietzsche, Foucault, Freud, y de la pedagogía Walter Kohan. "Hago una interpretación de ellos. No sigo sus líneas pero si tomo sus análisis muy al pie", informó. 

 Además de Kohan, tiene a otros argentinos como referentes, tales como "Mónica Cragnolini. También  mi directora, mentora y profesora de momento, Anahi Gabriela González. Hay un filósofo chileno que es veterinario a la vez, llamado Gustavo Yáñez González. Y por supuesto, creo q es un genio, un loco, un distinto, un placer estético de verlo y oírlo, a Dario Sztajnszrajber", expresó. 

Teniendo en cuenta su amor por la música, detalló que esta no le daba  muchas chances de tener un empleo con derechos laborales, "debido a la situación crítica de anomia mercantil que se haya incrustada en el corazón productivo de la escena general. Salvo la academia que en mi caso no había chances porque no dispongo de capital académico para haber sobrevivido en los exámenes", comentó.  En tanto, agregó que  como escritor, "siempre me gustó escarbar en esos dolores, los problemas más profundos de la existencia. Además, creía que me formaría políticamente, cosa que me parecía fundamental". Aunque consideró que parte de las motivaciones también van de la mano con la posibilidad de encontrar una fuerte canalización de su ateísmo, "no fue así,  no encontré respuestas: sino crisis", dejo. Seguidamente adelantó que "hay mucho amor en la guerra. De eso iría la moraleja del libro".