Los hermanos sanjuaninos Facundo y Diego Leánez están a punto de regresar a la pista en el Circuito San Juan Villicum, donde competirán en la clase 2 del Turismo Nacional, una categoría conocida por ser la más federal del país. "El autódromo ya se está llenando, con todos los equipos y autos. Mañana comienza la actividad no oficial. Estoy debutando esta temporada, así que mañana podré hacer pruebas. También tenemos la conferencia de prensa a primera hora", explicó Facundo en Modo Siesta.

Diego, quien comenzó la temporada a mitad de año con el equipo de Fabián Pedraza, expresó su alegría: "Estoy feliz de poder participar en el Turismo Nacional nuevamente. Llegamos a San Juan con dos fechas de actividad, lo que es positivo". Ambos pilotos competirán en un Toyota Etios y se enfrentarán en la misma categoría, aunque Facundo bromeó: "No puedo pasar a mi hermano, porque después se enoja en casa".

La competencia entre ellos no es nueva. "Siempre hemos competido en todo, desde la PlayStation hasta el hockey. En casa, siempre hay competencia", comentó Diego. Sin embargo, ambos se llevan bien. "En las buenas y en las malas, como debe ser", añadió Facundo.

Los hermanos sanjuaninos volverán a competir en el Circuito San Juan Villicum

A pesar de los desafíos económicos, los hermanos han trabajado arduamente para poder participar. "Han hecho un gran esfuerzo, golpeando puertas de amigos y aquellos que siempre están dispuestos a colaborar", comentó Diego. "Sabemos que el público sanjuanino es muy apasionado por el automovilismo, y seguramente llenará el autódromo este fin de semana. Ya hay confirmados 50 autos en la clase 2 y casi 40 en la clase 3", agregó Facundo.

La competitividad del Turismo Nacional es notable. "Es la categoría más federal del país, con pilotos de Trelew y Tucumán. En la última fecha, 38 autos terminaron en un segundo. Hay mucha paridad en los motores y en las máquinas, pero también se necesita la habilidad del piloto", explicó Diego. "Una décima de segundo puede hacer la diferencia en posiciones. Por eso, la búsqueda de esas décimas es clave para estar adelante el domingo", agregó Facundo.

Sobre el Circuito Villicum, Diego expresó su admiración: "He corrido aquí en cuatro oportunidades. Me encanta la infraestructura, las comodidades y cómo se comporta la pista. Permite dos vueltas rápidas con goma nueva, lo que no ocurre en otros pavimentos". A pesar de haber aprendido a correr en el Zonda, Diego resaltó el encanto del Villicum como un autódromo moderno y seguro.

Facundo compartió una anécdota divertida de su experiencia en el Villicum: "En diciembre, la temperatura dentro del auto era impresionante, parecía que nos derretíamos. Mis ojotas literalmente se derritieron", recordó entre risas. "En esas condiciones, la temperatura puede llegar a 65 grados, y no puedes moverte. Es un verdadero desafío".

"Previos hay que hidratarse mucho durante la semana. Arrancamos la hidratación desde el lunes, porque sabemos que el fin de semana estamos más atentos al auto y no pensamos en tomar agua. Así llegamos preparados con buenas reservas", explicaron.

Para los hermanos, estudiar el circuito es esencial. "Caminarlo te ayuda a conocer el lugar de frenaje, dónde acelerar y frenar. Cada décima de segundo cuenta, y eso puede significar ganar posiciones en la carrera", explicaron. Aunque el ruido y la adrenalina dentro del auto pueden hacer que no perciban el aliento del público, reconocen la importancia del apoyo local: "Correr en casa, con el cariño de la gente, siempre es óptimo".

Diego compartió una experiencia memorable de su primer año en el Turismo Nacional. "El espectador argentino es muy futbolero. En las carreras, ves banderas y cánticos de los hinchas, lo que lo hace aún más emocionante", comentó. Facundo añadió que, a pesar de la intensidad de la competencia, el ambiente es inigualable y motiva a los pilotos a dar lo mejor de sí.

En cuanto a su camino en el automovilismo, los hermanos destacaron el duro año de 2020, marcado por la pandemia, pero también por sus primeros podios en el Turismo Nacional. "Pudimos completar un gran año, y a pesar de los desafíos, logramos correr en dos fechas dobles en La Plata", recordó Diego.

A pesar de la presión de tener que rendir bien como locales, reconocen que es un incentivo. “Sabemos que hay mucha gente que le encantaría estar en nuestro lugar, y lo aprovechamos al máximo”, comentaron, enfatizando la importancia del apoyo familiar y la comunidad.

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