Agus: el 'cuervo' sanjuanino que sueña con resolverle la vida a su familia
Cuando uno le pregunta al pibe cuál es su meta, la respuesta sorprende a todos. Lejos de desear un debut en Primera o llegar a Europa, el chimbero quiere que sus padres no trabajen más y así devolverles el apoyo que le dieron siempre.
"Mi principal sueño es ayudar a mi familia, ellos se merecen todo de mí", responde Agustín cuando uno le consulta sobre su mayor anhelo. Ellos han sido su sostén desde que pateó por primera vez una pelota hasta la actualidad donde la rompe en San Lorenzo. Este pibe, un ejemplo perfecto de la perseverancia y el esfuerzo que debe hacer un futbolista, le contó su historia a Diario 13.
El punto de partida de esta aventura a la que aún le quedan muchísimos capítulos se sitúa en el departamento Chimbas. Los Ladstatter vivían tranquilamente en el barrio Los Tamarindos. Esta pareja tenía un pequeño de 5 años que despedía energía y vitalidad por sus poros las 24 horas del día.
El niño era súper activo por lo que sus padres tuvieron la brillante idea de que comenzara a practicar algún deporte. Luego de pensarlo algún tiempo, decidieron anotarlo en la escuelita de fútbol del Club Deportivo Unión Estudiantil San Juan. Dicha institución tiene su sede en Santa Lucía.
"Empecé a jugar al fútbol a los 5 años en Estudiantil, que es una escuelita del departamento Santa Lucía. A esa edad arranqué a jugar. Mi viejo fue el que siempre me motivó para que yo siga jugando. Si bien toda mi familia me apoyó, fue él el que siempre me incentivaba", recordó.
Como cada vez que llega un chiquito nuevo a un club, sus entrenadores tenían que decidir qué posición iba a ocupar. Esta no es una tarea sencilla ya que hay que tener un ojo muy fino para detectar las cualidades de cada uno. En el caso de Agustín los DT que lo dirigieron no lograron encontrarle una posición fija pero sabían que no debía salir del mediocampo.
Esto no fue algo negativo para él, sino todo lo contrario. Le permitió que con el paso de los años tuviera la capacidad de rendir prácticamente en todos los sectores de la mitad de cancha. Si bien el pibe es sumamente polivalente, siempre se sintió más cómodo en una posición ofensiva.
"La verdad que he jugado en distintas posiciones. Ahora puedo jugar de enganche, de volante central, de volante tanto por la banda izquierda como por la derecha. Yo puedo jugar por cualquiera de las dos orillas y no tengo ningún problema con eso", reconoció.
Los años fueron pasando y en el 2013 se mudó a la Villa San Patricio pero nada de eso parecía afectar a su rendimiento. La joyita estaba más que asentada en el fútbol local y demostraba que estaba para más. El recorrido que tenía pedía a gritos un desafío mayor que pocos clubes sanjuaninos podían ofrecerle.
Sorpresivamente esa chance se hizo esperar más de lo que algunos querían. Sin embargo en 2016 llegó y se trataba de una oportunidad que superó las expectativas de todos. El cazatalentos sanjuanino, Armando Arrieta, fue a ver jugar a Ladstatter y se quedó maravillado.
Su experiencia le indicó que ese mediocampista no tenía nada que envidiarle a los juveniles de los equipos más grandes del país. Gracias a ello Arrieta se contactó con la familia del chimbero y se puso a trabajar para conseguirle una prueba en Buenos Aires. Afortunadamente para todas las partes de esta historia todo se dio de la mejor manera posible. Nada más ni nada menos que River Plate se ofreció a darle una oportunidad para que mostrara sus cualidades.
A pesar de su corta edad el niño sabía que tenía que dar lo mejor de si para que lo aceptaran. Este era el momento que tanto había ansiado, no podía arruinarlo. De esta manera el pibe armó las valijas y viajó hasta Núñez para demostrar de lo que era capaz. Tras varias prácticas siendo analizado a detalle por los ojeadores "millonarios", al sanjuanino le dieron la gran noticia: el club quería incorporarlo.
Sin embargo no todo es color de rosa y detrás de esa gran alegría se escondía una enorme complicación. River deseaba sumarlo a sus filas pero no le ofrecía quedarse en su pensión. Esto quiere decir que su familia debía costearle un alquiler en Buenos Aires o volver a San Juan todo el tiempo.
Ante la imposibilidad de pagar un departamento o una casa, Agustín debió quedarse con la segunda opción. Tenía que viajar en colectivo prácticamente todos los meses desde nuestra provincia a la sede de "La Banda". Esto dejó en claro el hambre de gloria que tenía y que nada iba a alejarlo de sus metas. Así estuvo durante cuatro largos años. Pagando pasajes todo el tiempo.
Al parecer la vida se enterneció con su inquebrantable voluntad y decidió recompensarlo por tanto sacrificio. A principios del 2020, otro grande del fútbol argentino se fijó en él. Esta vez se trataba de San Lorenzo que quería ficharlo pero con una diferencia. Los directivos del "Ciclón" no sólo le ofrecieron quedarse en la pensión, sino que se comprometieron a anotarlo en una escuela secundaria.
"Decidí irme de River a San Lorenzo porque en ese momento no tenía donde quedarme y desde ese club no me ofrecían una pensión. Ellos querían que me viniera con mi familia a San Juan. No me daban nada y San Lorenzo me ofrecía tanto la pensión como anotarme en un colegio. Así que decidí irme a vivir a la pensión de San Lorenzo", contó.
Este cambio de aire no vino sólo. De la mano de esta transferencia vino un cambio de representante. Desde la agencia del reconocido agente Marcelo Simonian, llamada "DODICI", le ofrecieron encargarse de representarlo. Esta empresa es tan conocida que los mismos dirigentes de San Lorenzo le recomendaron que aceptara la oferta.
Para comprender la magnitud de esta firma, cabe destacar que "DODICI" representa a cracks como Javier Pastore o el "Pity" Martínez. Es más, gracias a tener un contrato con ellos desde la compañía pusieron a disposición una casa que les pertenece. De esta manera el pibe dejó de vivir en la pensión del club para mudarse a una vivienda situada en Villa Urquiza. En la misma vivieron los dos futbolistas anteriormente mencionados durante su etapa formativa.
A pesar de todas estas grandes noticias, como a todo el mundo, la pandemia prácticamente le hizo perder un año de su carrera. Durante el 2020 los juveniles sólo pudieron disputar dos fechas del torneo que es regido por AFA. El mismo recién pudo retomarse en julio del 2021.
"Todavía no he tenido la suerte de entrenar con la Primera ni con la Reserva por lo que llevo poco tiempo en el club. Llevo un año y medio recién, casi dos. Ahora estoy en la séptima categoría y recién estamos empezando a jugar porque en el 2020 no pudimos hacerlo por la pandemia, así que ahora me estoy mostrando. Espero pronto poder tener esa oportunidad", expresó.
No obstante el chimbero decidió quedarse con las cosas buenas que le sucedieron. Por ejemplo, tuvo la posibilidad de conocer y tener charlas enriquecedoras con los integrantes del primer equipo. Todos los profesionales con los que se cruzó se mostraron agradables y le dieron una serie de valiosos consejos.
"Me crucé con muchos jugadores de Primera y pude conversar con ellos. Todos te dicen lo mismo. Si bien todos tienen una historia distinta, todos te dicen que la única manera de llegar es tener responsabilidad, ser perseverante, humilde y seguir metiéndole. Nunca hay que parar", remarcó.
Todas estas experiencias y recomendaciones Ladstatter las toma muy en cuenta. El prometedor jugador sanjuanino de apenas 16 años utilizará todas las armas que tenga para concretar su mayor sueño: ayudar a su familia. Por más que a muchos los sorprenda, el volante no piensa únicamente en el éxito personal, su meta más grande es resolverle la vida a sus seres queridos.
"Voy a San Juan cada tanto para ver a mi familia. Mi principal sueño es poder ayudar a mi familia, ellos se merecen todo de mi. Creo que ese es mi principal sueño, ya después deseo poder amoldarme en el fútbol de Primera División y si se puede dar el salto a otro país mejor, pero ayudar a mi familia es mi principal objetivo", sentenció.