La modalidad de la final del Reducido será como una verdadera definición. Y no es menor ya que San Martín de San Juan y Gimnasia de Mendoza jugarán a muerte. Reeditando aquella final del torneo del interior del ’91 que le terminó dando el ascenso al Verdinegro a la vieja Primera B Nacional. Pero a diferencia de aquella final, la gloria esta vez está en llegar a la Primera División del Fútbol Argentino. Y como tal, tendrá un sistema de juego que será propio de una final de primera.

El domingo se conoció que el partido contará con la asistencia de la tecnología y la ayuda del VAR. Esto será clave para jugadas polémicas, como la que sucedió en el partido entre San Martín y Nueva Chicago, que despertó la polémica, con el arquero Verdinegro sacando la pelota de la línea del arco.

Pero el sistema de definición ameritará máxima concentración y ya sin ventaja deportiva. Es que hasta entonces, los de Concepción contaban con esa ventaja por haber terminado mejor ubicado que sus rivales en la tabla general. Pero en el final, pese a enfrentarse en segundo de la zona A (San Martín) con el cuarto de la zona B (Gimnasia), ya no existirá tal privilegio para los sanjuaninos.

En caso de que los 90 minutos termine en igualdad el marcador, San Martín y Gimnasia continuarán la final en un alargue de dos tiempos de 15 minutos. Esto configura un planteo futbolístico y físico para cada equipo. Deberán tener en cuenta aquella posibilidad, como así también las ventanas de los cambios de jugadores.

Sin embargo, si la definición no llega dentro del tiempo reglamentario y el alargue, el siguiente paso será ir a los penales, donde ahí ya no habrá más chance para los elencos. Desde los 12 pasos el duelo depositará a uno de los dos equipos cuyanos en la máxima división del fútbol argentino.