Fulbito infantil terminó suspendido por una escandalosa pelea de padres
El desagradable conflicto se originó en un encuentro donde se enfrentaban las escuelitas de fútbol de Trinidad y Peñarol.
Lamentable, la locura llega a todos lados y esta vez el fulbito infantil no fue la excepción. Es que el pasado sábado un partido de futbol protagonizado por las escuelitas de Trinidad y Peñarol en la sede local ubicada sobre calle Mendoza terminó suspendido por una escandalosa pelea entre los padres de los niños y los insultos provocados hacia quienes impartían justicia.
Según comentaron los encargados de prensa del club Trinidad, el pasado sábado se estaban enfrentando la categoría Pre Mini de Trinidad y Peñarol, es decir niños de aproximadamente 8 años, que habían esperado ansiosos para divertirse jugando a la pelota.
Sin embargo lo que iba a ser una tarde de alegría para los más pequeños, se vio empañada por la ‘lamentable’ reacción que tuvieron los padres que estuvieron presentes. De acuerdo a las palabras mencionadas por testigos del encuentro, el conflicto se inició cuando uno de los profes de Peñarol comenzó a cuestionar las decisiones por parte del arbitraje.
Transcurridos unos minutos, cansada de los reproches recibidos, la mujer que estaba dirigiendo el partido decidió echar a uno de los profesores de la escuelita de futbol del club Peñarol. Esta decisión no fue muy bien recepcionada, ya que los padres de los niños reaccionaron de la peor manera, ingresando al campo de juego para insultar e increpar a la encargada de impartir justicia.
Lamentablemente la situación se tornó bastante tensa, debido a que cada vez los gritos, insultos y forcejeos se apoderaron de la escena. Es que por un lado habían padres enojados con la árbitra del partido y por el otro habían quienes intentaban calmar el conflicto.
Ante este lamentable escenario, el desenlace final no fue el más esperado, ya que se decidió postergar el encuentro que estaban jugando los niños de 8 años. De manera que los más pequeños se volvieron totalmente desilusionados a sus casas porque sus padres tomaron el protagonismo más ‘lamentable’ que puede ocurrir y ellos no pudieron divertirse jugando a la pelota.
Con información de San Juan Deportes.