(CLARIN) La escena ocurre en el living de la casa de Carlos Bianchi en Barrio Parque. Es el 4 de enero del 2013 y Daniel Angelici acaba de decirle a Juan Román Riquelme que lo quiere de nuevo en Boca. El 10, más tranquilo que nunca, le responde: "¿Podría seguir hasta el final con Carlos si decido volver?”. La idea de Román, que después diría que no y finalmente volvería en febrero, era extender su estadía en el club hasta finales del 2015 y, con eso, permanecer hasta el último día del vínculo del entrenador y del mandato del presidente. Hoy, con una nueva mesa de conversaciones abierta para la continuidad del 10, la pregunta parece ser la misma. Y, como siempre, Román maneja la escena. Juega como vive. Juega como negocia.

La semana de charlas entre César Martucci y Daniel Bolotnicoff dejó un saldo positivo. El representante de Román se llevó un borrador con las condiciones que la dirigencia ofrece de manos del propio presidente del Departamento de Fútbol de Boca. El 10 quedó en responder durante los próximos días. Si Román dice que "sí”, recién ahí comenzarán a pulir los detalles. Pero queda un largo camino por delante.

¿Qué falta para que Román responda? El 10 tendrá un cara a cara con su representante en los próximos días. Allí analizará la oferta de Boca y también las de los diferentes clubes que se interesaron por sus servicios. El año y medio que pretendía en su momento, hoy podría conformarlo. Pero, se sabe, cuando la pelota está debajo del pie de Román, la respuesta solamente la conoce él.

La dirigencia del club espera que el "sí” de Riquelme llegue en los próximos días. Desde el entorno del jugador afirman que tomará la decisión en la próxima semana. Mientras tanto, Argentinos Juniors hizo un acercamiento contundente para seducir a Román con la idea de tenerlo como bandera del regreso a Primera División. Eso también estará en la mesa entre el enganche y su representante.

"Ahora que estamos negociando, vamos a poner lo que haya que poner para que Román siga”, dice un dirigente de Boca que toma decisiones importantes. Mientras tanto, el máximo ídolo de la historia del club maneja el trámite de las acciones como bien sabe. Ya tiene a los dirigentes a sus pies, como otras tantas veces. En Don Torcuato hay un "sí” preparado, aunque todavía Román no se pronunció ni ante sus más íntimos. Pero todos los que todavía no escucharon las dos letras esperadas saben que su amor por Boca es más fuerte.