El riesgo país rompió el piso de los 600 puntos y es el más bajo en 7 años
Se trata del nivel de riesgo país más bajo desde el 3 de agosto de 2018.
Este lunes, el riesgo país se ubicó en 578 puntos. Así, perforó los 600 puntos por primera vez en más de siete años y registró el valor más bajo desde el 3 de agosto de 2018 (571 puntos).
Los bonos soberanos Globales y Bonares de Argentina alcanzaron un precio promedio de USD 73, el más alto desde su salida al mercado.
El gobierno de Javier Milei implementó una política económica ortodoxa con equilibrio fiscal y una inflación en descenso, lo que refuerza la confianza de los inversores en los mercados argentinos.
Alguna de las acciones que delinearon esta baja fueron los siguientes:
- Sostenibilidad de la deuda: El Tesoro Nacional acumuló USD 5.698 millones en depósitos en divisas, garantizando el cumplimiento de los pagos de vencimientos de deuda de corto plazo. Se espera que esta reserva cubra gran parte de los pagos previstos hasta julio de 2025, lo que refuerza la percepción de solvencia financiera del país
- Incremento de la recaudación tributaria: La recaudación fiscal aumentó un 205,6% interanual en 2024, superando significativamente la inflación anual y fortaleciendo las arcas públicas
- Acuerdo con el FMI y nuevas operaciones financieras Argentina: el Gobierno aguarda un nuevo acuerdo con el FMI que podría incluir fondos frescos. Además, el Banco Central incrementó sus reservas internacionales en USD 1.250 millones, alcanzando un total de USD 32.774 millones.
Un análisis de la consultora Suramericana Visión concluye que Argentina tiene capacidad para afrontar sus vencimientos de deuda de 2025, estimados en USD 25.000 millones, incluso sin acceso al mercado internacional.
El informe también advierte que la apreciación cambiaria y la recuperación económica podrían aumentar el déficit de cuenta corriente. Será crucial encontrar financiamiento externo para garantizar la continuidad de la estabilidad cambiaria y la salida del cepo cambiario.
El inicio de 2025 está marcado por un renovado interés en los activos argentinos, que se mantienen atractivos debido a fundamentos propios, más allá de tendencias globales en Wall Street. Las medidas económicas, junto con los resultados fiscales y financieros, auguran un año de consolidación para la economía del país.