De dos tiros, un policía mató a un motochorro que lo quiso asaltar
El hecho sucedió en la localidad Guaymallén de la provincia de Mendoza. El efectivo se encontraba junto a su novia.
Un efectivo policial abatió de dos disparos a un presunto motochorro que lo abordó cuando estaba estacionado en el Acceso Este, en Guaymallén, junto a su novia.
Lo acontecido se conoció durante la tarde del último domingo, cuando sobre las 18 horas, el Oficial Inspector J. G., de 32 años, informó al 911 que se encontraba junto a su pareja a bordo de su auto, un Chevrolet Onix y que se había detenido ‘para arreglar unas cosas’, cuando observó que se detuvieron dos sujetos a bordo de una moto de 110 CC, con intenciones de robarle, según informaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Uno de los presuntos delincuentes le exhibió un elemento por la ventanilla y bajo amenazas le exigió las pertenencias, por lo que el efectivo sacó su arma reglamentaria y le efectuó dos disparos desde el interior de su rodado dejándolo en el piso, sin vida, explica diario Los Andes.
Según se explicó oficialmente, junto a cuerpo había un caño de 20 centímetro que habría utilizado para amedrentar al uniformado. El otro sujeto escapó en la moto con dirección al Este. Según detallaron desde el Ministerio de Seguridad y Justicia el joven abatido fue identificado como Juan David Ávila Sosa, de 28 años, contaba con los siguientes antecedentes:
Una causa de diciembre de 2022 por hurto agravado por escalamiento en la que fue sobreseído por falta de pruebas. En marzo de 2019 había sido condenado por robo agravado con arma de fuego. En febrero de 2016, amenazas agravadas; en abril de 2015, robo agravado; y en marzo de 2015, robo agravado.
El caso quedó en manos del fiscal de Homicidios, quien ordenó que el uniformado, en calidad de detenido fuera trasladado al Cuerpo Médico Forense donde fue sometido a una prueba de barrido electrónico en su manos que dio positivo: había accionado un arma de fuego, la suya que, previamente, fue secuestrada.
Luego, el oficial inspector fue llevado a una oficina fiscal de Guaymallén donde el fiscal Pirrello le notificó la siguiente imputación: ‘homicidio simple agravado por arma de fuego, justificado por legítima defensa’ y recuperó la libertad en ese momento.
Previamente los investigadores habían tomado declaración a dos testigos presenciales el hecho: la novia del policía y un automovilista que pasaba circunstancialmente por el lugar y se detuvo.
Este hombre brindó una declaración que coincide con la del efectivo y la de su novia: ‘el delincuente se bajó de la moto con un objeto metálico, que parecía una pistola, se acercó al auto y el conductor le disparó dos veces’, según explicó una fuente judicial.