Una joven denunció que fue violada desde los 11 hasta los 15 años por el hijo de su padre, producto de una relación anterior. De acuerdo a su testimonio, el acusado aprovechaba cada oportunidad que le brindaba el régimen de visitas para atacarla y después de abusar de ella la amenazaba de muerte. 'Quedáte tranquila, porque si te bajas de la moto te mato a piñas', le dijo el joven de 23 años la primera vez que la violó. 

Era la noche del 17 de septiembre del 2016 y ambos coincidieron en la casa paterna del departamento Choya, justamente, porque era el cumpleaños del hombre. En medio de la celebración, el acusado la sacó de la vivienda con la excusa de ir a comprar más bebidas pero durante el trayecto se desvió del camino y y terminaron en el monte. Allí fue donde la amenazó, la inmovilizó en el piso y después de violarla la amenazó.

'Si le contas a tu madre, te traigo y te mato', le advirtió. Ella tenía apenas 11 años, y guardó silencio aterrada. Pasaron los meses, llegó el verano y con las vacaciones el joven denunciado volvió a encontrar el tiempo a solas para agredirla nuevamente. Fue una noche en la habitación de la víctima, a quien sorprendió mientras dormía, le tapó la boca y volvió a abusar de ella bajo amenaza. 

Los ataques se repitieron dos veces más después de aquel. El último, hace apenas un años, fue el que quebró a la chica que para entonces ya había cumplido los 15 años. Fue entonces cuando su necesidad de escapar de ese calvario fue más fuerte que el miedo que le tenía a las promesas de venganza de su atacante y por fin rompió el silencio y le contó todo a su mamá. 

Los cuatro años de abusos contenidos estallaron de repente y desataron un escándalo familiar, que la mujer llevó a la Justicia formalmente el 7 de julio del 2020. Finalmente, la jueza de Control y Garantías, Roxana Cejas Ramírez, bajó el martillo a los capítulos negros en la trama del proceso. Ahora, la suerte del acusado será responsabilidad de un tribunal de la ciudad de Frías.