Un hecho horrible impactó a los vecinos de Bahía Blanca en Buenos Aires. Se trata del asesinato de un jubilado de 75 años a golpes y el ataque posterior a su esposa, quien sufrió una fractura de mandíbula proporcionada por el malviviente. Tras una intensa investigación, la policía detuvo al principal sospechoso, Jonathan Arroyo, un inquilino de las víctimas, quien intentaba huir hacia la Patagonia.

El violento episodio salió a la luz durante la madrugada del pasado sábado 12 de octubre, a las 2:30, cuando Elsa Elena Benedetti, esposa del jubilado, salió desesperada de su casa pidiendo auxilio a los vecinos. La mujer, herida y en estado de shock, explicó que su marido, Máximo Bocci, se había descompensado, por lo que los vecinos llamaron al 911.

Al llegar al domicilio, la policía encontró al jubilado muerto en el baño de su casa. No había señales de violencia en las puertas ni ventanas, lo que en un principio hizo pensar que Bocci había fallecido por causas naturales. De hecho, la esposa mencionó que su marido estaba en tratamiento oncológico, lo que reforzó esta primera hipótesis.

Sin embargo, el informe de la autopsia reveló una realidad más oscura: Bocci había sido asesinado a golpes. El cuerpo presentaba lesiones en la cabeza y nuca, además de marcas en el cuello y una lesión en la laringe que indicaban un intento de ahorcamiento. A partir de estos hallazgos, se abrió una investigación por homicidio.


Los videos de las cámaras de seguridad fueron determinantes para avanzar en la causa. Las imágenes mostraron que Jonathan Arroyo, inquilino de la pareja, había ingresado al domicilio el viernes al mediodía. Según se pudo reconstruir, Arroyo había ido a pagar el alquiler de una propiedad ubicada en Emilio Rosas al 300, también de propiedad del matrimonio. Sin embargo, las cámaras lo registraron regresando al lugar horas más tarde. Los investigadores creen que pudo haber vuelto para recuperar su dinero o robar más, aprovechando la vulnerabilidad del matrimonio.

Cuando la policía intentó allanar el domicilio de Arroyo, no lo encontró. En cambio, hallaron su Ford Escort rojo con manchas de sangre en su interior, que había sido captado cerca de la escena del crimen. Esto incrementó las sospechas y dio inicio a un operativo de búsqueda del sospechoso.

Finalmente, Arroyo fue detenido el domingo en el kilómetro 714 de la ruta 3, aún dentro de Bahía Blanca. El hombre tenía en su poder un pasaje para viajar a Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, lo que indica que intentaba huir hacia la Patagonia.

Tras su arresto, Arroyo fue trasladado a la DDI de Bahía Blanca, y la fiscal Lorelei Liberati, titular de la UFI N°5, quedó a cargo del caso. Ahora, la Justicia busca esclarecer los detalles del crimen y determinar los motivos detrás del brutal ataque que terminó con la vida del jubilado.