A medida que pasan las horas se conocen más detalles del tremendo caso originado en la localidad de Juana Koslay, provincia de San Luis. Una mujer policía asesinó a sus dos hijos Bautista Funes, de 2 años, y Sofía de La Rocha, de 7 años. Aparentemente tenía planeado todo. Luego de darle muerte se iba a suicidar, pero no lo hizo y huyó hasta que fue capturada por sus colegas. 

Todo pasó mientras las critauras dormían en el barrio Los Fresnos de la mencionada localidad puntana, la madre tomó su pistola les puso una almohada en la cabeza y les disparó friamente en su cabeza y en el pecho.

Según pudieron establecer los investigadores, Marina Abigail Silva de 34 años antes de cometer tremenda aberración había abierto el gas de una garrafa que se expandió por toda la casa, luego se dirigió hacia su dormitorio donde dormían los dos pequeños en su cama de dos plazas, tomó su arma Bersa 9 milímetros y efectuó al menos 5 disparos para asesinar a sus hijos cubriéndolos con una almohada en la cara. 

Previo a dispararles efectuó un tiro de prueba contra el colchón, según se detalla en la investigación. También habría usado una toalla aparte de la almohada para cubrir a sus hijos, las víctimas. El niño de dos años murió por lesiones en el cerebro y los pulmones mientras que su hermanita sufrió lesiones letales cardiopulmonares. 

Marina había escrito una carta para explicar sus actos pero luego en lugar de quitarse la vida huyó hacia la zonda del Dique Cruz de Piedra. Expresó que no quería que los chicos "sean una carga para nadie". 

El padre de la asesina argumentó que carga deudas muy grandes pero que desconoce de dónde salieron. Agregó que el mismo sacó préstamos y le prestó la tarjeta de crédito para ayudarla según informó el Diario La República de la vecina provincia. La efectivo policial está detenida con prisión preventiva. Según registros oficiales registra deudas de al menos 7 millones de pesos a empresas de créditos. 

Está imputada por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por alevosía agravado por el uso de arma de fuego y arriesga la pena de prisión perpetua. Durante la audiencia de acusación, se abstuvo de declarar.