Fallece Mirta Acuña de Baravalle, fundadora de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo
Mirta Acuña de Baravalle, madre de una de las desaparecidas de la última dictadura militar y una de las fundadoras del organismo defensor de derechos en Argentina, falleció a sus 99 años.
A los 99 años, falleció Mirta Acuña de Baravalle, una de las fundadoras de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y madre de Ana María Baravalle, secuestrada durante la última dictadura militar argentina en 1976. La noticia fue anunciada por Abuelas de Plaza de Mayo, que la despidió con un emotivo mensaje: *"Despedimos a otra compañera de lucha, fundadora de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Mirta Baravalle. A sus 99 años, Mirta partió sin el abrazo de su nieto o nieta. Al suyo y a todos, los seguiremos buscando. ¡Hasta siempre, querida Mirta!"*
Ana María Baravalle, hija de Mirta, tenía 28 años y estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada junto a su pareja, Julio César Galizzi, en agosto de 1976. Desde entonces, Mirta dedicó su vida a buscar a su hija y a su nieto o nieta nacido en cautiverio. En 1977, fue una de las primeras madres en reunirse en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, y fundó junto a otras mujeres los organismos Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, exigiendo justicia para los miles de desaparecidos en el país y buscando incansablemente a los niños apropiados durante la dictadura.
Myriam Bregman, abogada y dirigente de izquierda, recordó a Baravalle como una mujer incansable: "Tenía los valores y principios más grandes que conocí. Las historias sobre cómo buscó a los niños apropiados son impresionantes, sus disfraces, sus estrategias para llegar a ellos." Bregman también relató una de las últimas charlas que mantuvieron: “Se fue sin encontrar a Camila o Ernesto, su nieta o nieto apropiado. 'Mi esqueleto está cansado', me dijo hace poco.”
La dictadura militar argentina (1976-1983) dejó alrededor de 30.000 desaparecidos, según organismos de derechos humanos, y el trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo continúa con la misión de identificar a más de 300 nietos nacidos en cautiverio. Con la partida de Mirta, el país pierde a una figura histórica en la lucha por los derechos humanos, pero su legado permanece en cada uno de los nietos recuperados y en la búsqueda de justicia que aún sigue viva.