Desde ahora los pasaportes para los niños tendrán una vigencia de 5 años. La documentación de los adultos vencerá en 10 años y los extranjeros deberán nacionalizarse para obtener este tipo de documento, de acuerdo a lo informado por el Ministerio del Interior.

De acuerdo a un comunicado difundido por la cartera del Interior, el cambio “se realizó teniendo en cuenta recomendaciones internacionales para poder tener un registro oportuno de los cambios fisonómicos de los menores que ayudará a fortalecer los controles de frontera".

En el mismo comunicado se determinó que los pasaportes para personas apátridas y refugiadas aumentarán su período de vigencia de uno a dos años.

"De esa manera, Argentina compatibiliza su legislación con la Convención sobre el estatuto de los Refugiados de 1951 y la Convención sobre el estatuto de los Apátridas de 1954", explicó el parte oficial.