En la madrugada de este martes, una tragedia sacudió a la provincia de Córdoba con la muerte de cuatro personas por inhalación de monóxido de carbono, producto de un incendio en el interior de un departamento ubicado en la calle Caseros al 39.

Cerca de las 4 de la madrugada, el departamento se incendió por completo, dejando un saldo de cuatro personas fallecidas: dos hombres y dos mujeres de entre 25 y 35 años. Una de las víctimas fatales fue hallada por los bomberos de rescate en los pasillos del edificio, quienes intentaron reanimarla con maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP).

Según el testimonio del jefe de Bomberos, Sergio Clavero, a medios locales, el incendio provocó "un efecto chimenea que inunda a todos los departamentos y entran gases tóxicos", lo que ocasionó la muerte de las víctimas. Sin embargo, la Policía Judicial deberá analizar el motivo por el cual se inició el siniestro.

"El lugar cuenta con dos estructuras, dos torres de seis plantas cada una. En la torre posterior no hay salida a lo que es la fachada del edificio, pero se trabajó rápidamente en la extinción para evitar la propagación hacia los otros departamentos", señaló el brigadista a la prensa.

Los vecinos de los distintos departamentos escaparon hacia la terraza del edificio o hacia la calle. 'Los bomberos tuvieron que forzar las 12 puertas de los departamentos que conforman esta área del edificio". Un total de 40 personas fueron evacuadas del inmueble', según manifestó Clavero.

Cabe destacar que el monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que puede ser liberado por fuentes como estufas de gas, calefones, generadores portátiles, automóviles en marcha en espacios cerrados, entre otros. La exposición al monóxido de carbono puede provocar síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión e incluso la muerte si la exposición es prolongada o en concentraciones altas.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina mueren en promedio 250 personas al año por inhalación de monóxido de carbono.

Es importante el mantenimiento regular de los sistemas de calefacción y combustión, una ventilación adecuada para ayudar a dispersar el gas y reducir el riesgo de acumulación, como también la instalación de detectores de monóxido de carbono con el sonido de una alarma para alertar a los residentes.

Con información de Diario Crónica