Se trata de Yasmín Flores, una joven de 31 años, quien falleció una semana después de realizarse una cirugía estética de liposucción. A pesar de ello, su familia denunció al cirujano plástico Roberto López por "mala praxis". Es que ellos aseveran que habría llevado a cabo la intervención " borracho y drogado". En base a esta denuncia señalaron que habría más víctimas. 

Concretamente fue Lucas González, quien era pareja de Yasmín y padre de su hijo de cuatro años, el encargado de asegurar que en la causa en que los representa el estudio jurídico del doctor Matías Morla, hay testigos que están dispuestos a declarar. De acuerdo al testimonio brindado, sostienen sostienen que "el médico operaba borracho y drogado". Aunque en esta causa dieron con otras potenciales víctimas. 

Según relató el joven, su pareja Yasmín se contactó con el médico a través de la red social Instagram. Es que la mujer había decidido realizarse una liposucción luego de los dos embarazos que había tenido.  Luego de ello pactaron una consulta con el médico en su clínica privada en el barrio porteño de Congreso. A los 15 días de ese encuentro, Yasmín se realizó la operación

Si bien todo indicaba "que había salido bien", a los pocos días ella manifestó sentirse "muy dolorida".  "Según el médico estaba todo bien, pero ella insistía con que le dolía mucho", contó Lucas.  Pero a los días nada mejoraba hasta el fatidico día en que todo termino para mal.

Lucas la llevó a una clínica por los fuertes dolores pero a los 15 minutos de llegar le informaron que había fallecido por una “trombosis pulmonar”