Una prueba presentada durante un juicio oral y público dejó en claro que el individuo señalado, cuya identidad ha sido revelada por fuentes judiciales como D.C.R., y quien era pareja de la abuela materna de la víctima, no solo compartía la misma vivienda con la menor que posteriormente violaría, sino que también estaba encargado de su cuidado. Como resultado de estos hechos, ha sido condenado a cumplir una pena de 11 años de prisión.

En este contexto, y cuando la niña tenía 11 años, aunque las fechas exactas no han sido determinadas, el acusado realizó tocamientos inapropiados en sus áreas íntimas en al menos dos ocasiones. En un incidente, estando en la misma habitación que la menor, el acusado se recostó sobre ella e indujo a la niña a practicarle sexo oral.

La pesquisa se inició el 17 de diciembre del año anterior, cuando la pastora de la Iglesia Evangélica "Camino a la Vida", a la cual asiste la menor actualmente, presentó una denuncia ante las autoridades.

De este modo, el tribunal colegiado emitió un veredicto declarando a D.C.R. culpable del delito de "Abuso Sexual con acceso carnal, agravado por la guarda y la convivencia previa con un menor de 18 años".