El caso de abuso en el Colegio Luján sumó un nuevo capítulo, luego de un largo periodo de parate. El fiscal de la causa, Eduardo Gallastegui solicitó que Lucas Salinas, el joven imputado por abuso sexual con acceso carnal, sea sobreseído y se lo desvincule de todo.

La presentación de sobreseimiento tiene fecha del 23 de febrero último, pero se conoció esta semana, luego de que el imputado y su defensor, Reinaldo Bedini fueran notificados. La misma solicitud le habría llegado al abogado de la familia, Agustín Idemi.

Dentro de los plazos de investigación, Gallastegui entiende que no surgieron elementos fácticos suficientes para atribuir una responsabilidad a Salinas. Por tal motivo, optó por solicitar el sobreseimiento total y definitivo del joven de 19 años en la causa.

El siguiente paso en la causa, seguramente será la fijación de una audiencia en donde el juez Barbera hará lugar a este pedido o lo desestimará.

El escandaloso caso de abuso sexual en el Colegio Luján:

En mayo del 2023 salió a la luz con ribetes de escándalo una denuncia de la propia comunidad educativa del Colegio Nuestra Señora de Luján sobre el presunto abuso a una niña alumna del establecimiento dentro de la misma escuela católica. Noticia que comenzó a propagarse en las redes sociales hasta que se transformó en un caso judicial por la denuncia formal de los padres de la víctima.

El 22 de mayo los padres directamente se hicieron presentes en el establecimiento para pedir respuestas de algo que era un secreto a voces, pero a la vez ocultado por las propias autoridades del establecimiento. Todo se transformó en escándalo y hasta el mismo asesor espiritual con personal del establecimiento negaron la situación en medio de un forcejeo con los padres que indignados buscaban explicación por lo ocurrido.

De hecho, el mismo asesor espiritual, Presbítero Sergio Ramos dijo a este medio: "Yo no puedo afirmar que ha habido una violación".

Ante la falta de respuestas en todos los ámbitos por esta situación los mismos padres de la víctima decidieron hablar con los medios de comunicación casi sin identificarse, al menos en su imagen, y señalar a quien para ellos fue el agresor, Lucas Salinas, un alumno del último año de la escuela secundaria.

"El niño que mi hija señaló lo pasé por escrito por correo oficial al mail de fiscalía el 30 de mayo porque tomé conocimiento de que la causa iba a ser remitida a la Justicia de Menores", dijo la mujer, convencida de que el identificado tiene 18 años y debía ser procesado por la justicia ordinaria, no la de menores.

Esto movilizó los trámites en ámbitos judiciales hasta que en una confusa situación fue detenido finalmente quien, para los padres, por datos aportados por la niña víctima que padece cierto retraso madurativo, (dicho por su madre), es el responsable del abuso de la niña. Un compañero de los últimos años de la secundaria del colegio religioso.

En todo momento la defensa de Lucas Salinas representada por el doctor Reinaldo Bedini y Paola Ibañez cuestionó la forma en que fue identificado por la víctima por fotos, y por mensajes en redes sociales, según dijo.

Pasaron los meses y el joven acusado estuvo frente al juez en varias audiencias, además debió cumplir encierro en el servicio penitenciario y domiciliario con monitoreo electrónico, pero finalmente las pruebas en su contra se desvanecen y no hay novedades sobre una condena en la acusación. Está libre, aunque vinculado en la causa.

Sus abogados defensores, Bedini e Ibañez, aseguraron que la situación vivida ha perjudicado gravemente al acusado. No pudo terminar como cualquier alumno la escuela y ahora pretende encontrar trabajo, pero todo el proceso ha dificultado esa posibilidad.

En algún momento el abogado patrocinante de la familia de la víctima Agustín Idemi, contó a Canal 13 que esperaban pericias en Cámara Gesell y estudios de ADN de la ropa interior de la menor que podían ser esclarecedoras, pero evidentemente hasta el momento la justicia no ha valorado como tal esas pruebas.

El cuerpo de la chica evidenció en el estudio del médico legista signos de alguna agresión, aunque sin acceso sexual violento. Pero hasta hoy la justicia no pudo establecer fehacientemente que fue lo que pasó en la zona de baños del Colegio Luján entre la menor y un supuesto agresor.